Realización de debates “no dice nada de la institucionalidad del país”

El politólogo argentino Mario Riorda habló en No toquen nada sobre los debates, y dijo que “es un fenómeno más que puede no existir, pero que no dice nada de la institucionalidad de un país”.

Actualizado: 29 de setiembre de 2019 —  Por: Redacción 180

Realización de debates “no dice nada de la institucionalidad del país”

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Riorda, magíster en Política y Gestión Pública, habló en No toquen nada sobre los debates, en el marco del proyecto de ley de debate obligatorio en segunda vuelta, que fue aprobado por el Senado.

El politólogo y presidente de la Asociación Latinoamericana de Investigadores en Campañas Electorales (Alice) habló de la eficacia de los debates, y dijo que no generan un corrimiento electoral, sino que este es muy casuístico y azaroso. Mencionó que si existe un corrimiento, está relacionado a quien falta al debate, aunque recordó del caso español, un país con fuerte tradición de debate, en el que José María Aznar ganó la elección y estuvo ausente en el debate. “Ni siquiera ese hecho es significativo y se lo puede tomar como norma”, añadió.

Riorda dijo que “lo que implica un debate es básicamente un ejercicio de comunicación negativa. “Cuando uno habla de campañas negativas, hay una categoría que se llama de comparación explícita. En criollo, significaría que yo voy a decir por qué soy tan bueno que deberían votar por mí, y por qué sos tan malo que no deberían votar por vos. Todo el mundo celebra los debates como si fueran algo así como el contrapeso de la calidad democrática y, sin embargo, odia las campañas negativas pero, curiosamente el debate es el mayor exponente de comunicación negativa”, comentó.

Además, dijo que hay estudios internacionales que mostraron que, en términos de información, los debates no producen nada nuevo. También dijo que “se estima que la aportación de información nueva en un debate, básicamente, es la misma que genera un spot electoral, lo que vemos en la televisión como publicidad”.

A su vez, dijo que no sería correcto hablar de que un mejor debatidor sea un mejor gobernante, lo que no significa que los debates sean malos. “Los debates son tan buenos como la publicidad electoral. Pueden no gustarme, pero está bien que existan”, dijo el presidente de Alice.

Lo que Riorda considera malo de estas instancias es “la mitificación exagerada de las bondades democráticas de la calidad de un país por tener o no tener debate”. Para el politólogo, esta ponderación de los debates es aburrida y va a contrapelo de la tendencia internacional. “A tal punto hay mucho estudio sobre la estética de un debate respecto a que, por lo general, produce algo así como exageraciones de expectativas indebidas, descalificaciones indebidas, aumento de la negatividad promedio, o el aumento de latiguillos discursivos que simplemente, para zafar, nada tienen que ver con el aporte democrático y la calidad democrática”, comentó.

“Nada de esto hace a un mejor país por tener o no debate, es un fenómeno más que puede no existir, pero en realidad no dice nada de la institucionalidad del país”, añadió Riorda.