El videojuego uruguayo “Fight‘N Rage” y una meta histórica para la industria local

Sebastián García ideó, diseñó y desarrolló por sí solo un videojuego que llegó esta semana a las grandes consolas del mercado, hecho inédito para la escena nacional. “Fight’N Rage” está repleto de guiños que recuerdan a los títulos de “maquinitas” de los 90 pero, a la vez, es rupturista ante muchos esquemas actuales de la industria.

Actualizado: 29 de setiembre de 2019 —  Por: Felipe Miguel

El videojuego uruguayo “Fight‘N Rage” y una meta histórica para la industria local

Foto: Difusión Nintendo.com (Todos los derechos reservados)

Sebastián García lleva 20 años haciendo videojuegos. Tres de esos los ocupó en “Fight’N Rage”, que salió a la venta en 2017. Esta semana, su creación llegó a las consolas de sobremesa Nintendo Switch y Xbox One y, en breve, se lanzará para Play Station 4, algo que ningún título uruguayo había conseguido antes.

La incipiente industria uruguaya del entretenimiento virtual viene superando barreras desde hace algunos años, pero este hito tiene mucho de especial. Tal como sucede en su producto estrella, García tuvo que alimentarse del conocimiento acumulado y su experiencia para atravesar solo el paso a paso del nacimiento de “Fight’N Rage”.

“El juego tiene un laburo enorme, días y noches trabajando, parando para comer y dormir, a veces ni eso. Había mucho en juego. Quería que quedara muy bien porque era mi primera apuesta en ese sentido. Quedó tan bueno que lo decidí poner como algo comercial, pero tenía la idea de que esto tenía que ser el mejor juego que había hecho, por lejos”, comentó García a 180.

La posibilidad de que el juego pasara de PC a consolas se venía cocinando desde un tiempo atrás. Se concretó con la empresa española, BlitWorks, a través de un intermediario. A pesar de coexistir con gigantes de la industria, el creador no consideró que un juego AAA (los producidos por las empresas líderes) le quite mercado al suyo, sino que coexisten cada uno con su nicho. García valoró el logro histórico porque significa llegar a más público, aunque reconoció que tampoco le sorprendió demasiado.

“No veo razones por las cuales a este juego no le iba a ir bien solo porque hay otros juegos más grandes. No requiere demasiada explicación salvo que si hay un juego bueno, va a tener público. La gente no es boba para no darse cuenta que hay un buen producto ahí y que puede ser consumido. Si tu juego es bueno, no te puede pasar que nadie se entere. Hoy en día, la gente se entera de todo”, explicó.

Golpes metálicos

Como si fuera una de las mejoras disponibles en el juego, García contó con un refuerzo importante a la hora de musicalizar las escenas del juego. Gonzalo Varela fue el encargado de acompañar las riñas de los protagonistas con metal instrumental. Grabó las guitarras y los bajos, y el resto de los instrumentos los agregó con teclados MIDI, o los programó nota por nota.

Varela definió a la música del juego como “metal instrumental enérgico y melódico, con tintes electrónicos”, aunque también aplicó influencias del funk, el flamenco, la rumba, la música clásica o el jazz.

“Quedamos muy conformes con el resultado y con cómo fue recibido por los jugadores. Creo que la música del juego tiene identidad, y parte de ella es que estéticamente si bien es metal melódico va a veces por lados que no preveías que fuera a ir”, contó Varela.

Un minotauro y un par de ninjas implacables

“Fight’N Rage” es un juego del género “beat ‘em up” o “yo contra el barrio”, en el que los protagonistas deben enfrentar a un número enorme de oponentes. Algunos títulos populares de esta misma familia son “Streets of Rage”, “Battletoads”, “Final Fight” o “Golden Axe”.

El jugador debe combatir a los miles de oponentes que surgen, utilizando a uno de los tres personajes principales: Ricardo, un enorme minotauro mutante con tiradores; Gal, una chica oriental tan atractiva como mortífera; y F. Norris, un ninja misterioso y letal.

Los elementos retro abundan. La pantalla está curvada hacia los bordes como si fuera un televisor de tubo. El mundo del juego se dibujó en pixel art. La dificultad es similar a la de los arcade de los 90, donde se valoraba que un juego no fuera sencillo, porque tenían que durar.

“Me gusta la experiencia de perder en un videojuego, de intentar superarte a vos mismo. No me gustaba la idea de hacer un juego donde el personaje mejore por sí solo y vaya siendo cada vez más fácil. Me gusta que sea un tema de adrenalina, de ganar habilidad, volverte bueno y sentirte un rey después”.

Con esa mezcla entre retro y modernizado, “Fight’N Rage” -al que el sitio especializado Destructoid nombró como uno de los mejores que jamás se hicieron en su categoría- tiene por delante nuevos horizontes. Habiendo conquistado el mercado de la PC, se lanza ahora con una combinación de golpes a derrumbar gigantes en el mundo de las consolas.