Tras la pista del general: quiénes son los seguidores de Manini Ríos

¿Qué perfil tiene la dirigencia de Cabildo Abierto? ¿Es un partido de militares? Los testimonios de adherentes de diferentes extracciones que adhirieron al partido permiten dibujar un posible perfil de uno de los fenómenos de estas elecciones.

Actualizado: 28 de setiembre de 2019 —  Por: Redacción 180

Tras la pista del general: quiénes son los seguidores de Manini Ríos

Militantes de Cabildo Abierto (Pablo Vignali / adhocFOTOS)

Diego Zas, especial para 180

La candidatura de Guido Manini Ríos vino precedida de un cierto entusiasmo generado por sus salidas públicas cuando aún era Comandante en Jefe del Ejercito. Las insubordinaciones que le valieron críticas y sanciones por parte del Ejecutivo lo proyectaron hacia una candidatura que se afianzó con 50 mil votos en las elecciones internas de junio. Esta votación excepcional quiso ser justificada por el alto número de personas de la familia militar que le dieron su apoyo en la urnas. Sin embargo, las encuestas posteriores mostraron un piso muy alto que obliga a entender el fenómeno de Manini Ríos más allá de su raíz castrense.

Un ex skinhead acusado de neonazi que pasó por el Frente Amplio en 2014; una militante de profundas convicciones católicas criada en el Borro; un héroe de las misiones de paz en el Congo; un humorista; el hijo de un histórico pensador uruguayo y una fundadora del movimiento Un Solo Uruguay conforman este mosaico.

Miércoles de una tarde-noche fresca en La Teja. Unas 40 personas esperan en la calle a que llegue Manini para inaugurar una nueva sede del partido. La novedad es la presencia de Daniel García Pintos, exdiputado de la lista 15 del Partido Colorado.

El acto es breve pero igual algunos buscan resguardo del frío debajo del puente de Carlos María Ramirez. Hay gente mayor, algunos jóvenes y una presencia que sobresale notoriamente. Una moto de dimensiones colosales. Un triciclo hecho sobre la base de un fusca. Echado encima de este monstruo de tres ruedas, como si estuviera descansando al aire libre bajo un árbol que da sombra, su dueño, Alberto Propopotov, de bigote ancho, cano y generoso, acomoda la bandera de Cabildo sobre su falda.

Alberto es mecánico y nació en el Cerro en 1941. Es descendiente directo de una de las familias que vinieron con Basilio Lukov, el ruso, líder de la comunidad religiosa Nueva Israel, que fue perseguida por el Zar y que terminó fundando la Colonia San Javier en Río Negro.

Tiene un historial de militancia política barrial desde los años 60, siempre dentro del Partido Nacional. De Wilson a Volonté a Pablo Abdala hasta que un desencanto lo llevó a votar anulado. Hablando con un militar jubilado, amigo suyo, se entusiasmaron con que ese hombre que había sido puesto en arresto domiciliario por 30 días por realizar declaraciones sobre las reformas al sistema de retiros de las Fuerzas Armadas tuviera futuro. Cuando Alberto supo que iba por la presidencia se sumó a la militancia de Cabildo y empezó a ayudar en la organización de los actos en el Cerro.

El caballero de la derecha

Comienza el acto y Alberto se dispone a escuchar. Manini habla desde un balcón. A su lado está su esposa, Irene Moreira, exedila blanca en Artigas. También hay un par de dirigentes de Purificación, el sector de Cabildo que mejor votó en Montevideo en las internas. Uno de ellos, ubicado a la derecha de Manini, es Germán Dorrego, un trabajador del transporte que, por aquel entonces, era secretario del sector.

Dorrego arrancó como un militante anónimo de Cabildo, moviéndose entre el Cerro, La Teja y su zona de influencia. Lentamente empezó a cosechar adherentes y a posicionarse bien dentro de su sector. Hasta que una nota sobre su pasado, publicada en El Observador, trastocó por completo sus días.

“Cabildo Abierto es una esperanza. Es un cambio real. Gente que no es política y que está cansada de las mismas personas que prometen y no cumplen”, lanza Dorrego, semanas después de aquella nota. Cuenta que empezó a militar por el partido a través de las redes, compartiendo fotos y videos y que se ocupó del oeste de Montevideo porque veía que no había mucho movimiento.

“Llegué por los principios artiguistas y por lo que representa Manini para los que se dicen artiguistas. Uno está cansado de trabajar, trabajar y que la plata no rinda. De salir a la calle y no saber si uno va volver o no a su casa. En Cabildo Abierto vi, principalmente, una propuesta real, de gente honesta, de bien”.

La actividad política le consumía los días y lo mantenía motivado. Sin embargo, el 20 de julio, una nota de El Observador lo mandó al freezer. Un artículo que, basado en información aportada por fuentes del Ministerios del Interior, relataba que Dorrego “ïntegraba una agrupación que rendía culto y buscaba propagar la ideología nazi en Uruguay”.

Dorrego recuerda que, al leer el artículo no supo para dónde arrancar. “No sabia qué hacer. Me difamaron de algo que no soy. En todos lados salí. Afectó mi trabajo, mi circulo de confianza, a mi circulo familiar. Tengo compañeros de la colectividad. Mi pareja es morocha, es afrodescendiente. ¿Cómo puede ser que digan que yo soy así, como detalla El Observador, que poco más que dice que soy un terrorista o un delincuente? Antecedentes policiales no tengo”.

El artículo también se apoyaba en fotos de Dorrego en una cuenta alternativa que tenía en Facebook, donde usaba el alterego Germán Panzerfaust (que significa “puño blindado” y alude a una granada usada por los nazis durante la Segunda Guerra). En ese perfil había fotos de Dorrego tatuándose. Uno de ellos,según la nota, era un escudo con el águila nazi y la leyenda skinhead. Dorrego se defiende: “No es un águila nazi. Es un águila imperial romana. Es un símbolo de las legiones romanas. Eran insignias usadas por las legiones. La elegí porque representa cultura y gloria. Esa águila tiene un fascio, una palabra italiana, que significa haz, osea, es un símbolo que significa autoridad republicana en la antigua Roma. Un símbolo que, en sí, representa unión y grandeza, en este caso de la República Oriental del Uruguay”, y agrega que ser skinhead no es ser neonazi. “Los skinheads, los rude boys, hay de todo. Una cosas es ser nacionalista y otra neonazi”.

La nota también destacaba unos videos donde Dorrego aparece tocando con su exbanda, Contra Ataque 88, una banda de RAC Oi (el Oi es un derivado del punk, bastante relacionado al movimiento skinhead; el RAC es un subgénero específico del Oi. Las siglas de RAC significan Rock Anti Comunista). Germán tocaba el bajo.

“No escribí ninguna de esas canciones. Pero además no hacen alusión al nazismo”. Consultado sobre la letra de una de las canciones en particular, que habla sobre la Luftwaffe, la fuerza aérea alemana de la Segunda Guerra y que dice, entre otras cosas “La brigada stalinista ha perdido un ave más/ Al espíritu fascista nadie lo podrá parar”, Dorrego responde que son canciones que hablan de hechos históricos de la Segunda Guerra. “Y otras que no. Otras hablan de jóvenes tomando cerveza”.

“Eramos jóvenes. Y uno se junta con gente y salían estas canciones”. Dorrego se pregunta por qué en la nota hablan de Contra Ataque 88 pero no hablan de otras bandas que integró. “No hablan de los Prepucios Sucios. De cuando nos íbamos con todos los muchachos a Rocha, de mochileros. Del círculo de punks de Tres Cruces, donde estaban el Eskoria, el Bazofia, el Tortuga, Yo me juntaba ahí. Pero llegó un momento de mi vida que tuve que decir basta. Tengo que madurar. Me abrí. Quise encarar la vida, trabajar. Cuando uno tiene una hija le viene la responsabilidad”.

Otro dato que publicó El Observador, en base a datos del Ministerio del Interior, fue que Dorrego participó de un encuentro en el que se le rindió culto a Rudolph Hesse, una de las principales figuras del nazimo. También se lo incluyó dentro del grupo de personas que, en 2017, entraron al bar Girasoles y gritaron consignas nazis. Por ese episodio Dorrego tuvo que declarar ante la justicia. Él niega haber participado del acto de Hesse (“Eso está prohibido, si hubiese sido así hubiese sido procesado”) y dice que sí estaba en los Girasoles pero no tenía nada que ver con ese grupo de personas . “Yo estaba ahí, fui con dos o tres amigos que no tienen nada que ver con un movimiento ni nada. Y aparecieron unas personas, de treinta y pico de años y estaban bastante borrachos, Y uno conocía a otro y así, después todos marchamos en la misma bolsa. Pero yo me levanté y me fui”.

Tras la nota del Observador, Guido Manini dijo que estudiarían el caso y, si se confirmaba la información, expulsaría a Dorrego. Días después, desde las redes de Cabildo Abierto, salió un comunicado donde aseguraban que el exsecretario de Purificación había militado por el Frente Amplio en 2014. El twit decía lo siguiente:

“En 2014 Germán Dorrego integraba una lista del Frente Amplio. Ni El Observador ni las fuentes policiales lo acusaron de neonazi cuando era frenteamplista. Hoy, es uno de los miles de desencantados que prefiere Cabildo Abierto ¿Los escraches y acosos son operaciones premeditadas?”

Efectivamente, en la campaña de 2014, Dorrego hizo sus primeras armas en la militancia política con la lista 959 del Movimiento por la Alternativa Socialista (MAS) que encabezaba el exdirector de Cancillería, Álvaro Portillo. “Era gente de La Teja, del Cerro. Me quise acercar porque me dieron una propuesta que me parecía interesante, pero pasaron las elecciones y vi que no había un cambio. Se puede decir que soy un desencantado con lo que está pasando en el país”.

Con licencia de Cabildo Abierto ahora Dorrego es un votante convencido del partido que, dice, quiere limpiar su nombre.

“Yo no soy neonazi. Yo soy nacionalista, no soy un monstruo. No apoyo una idea que mató a millones de personas. Soy uruguayo, me siento orgulloso de ser uruguayo. Soy artiguista”.

De todas partes vienen

Araceli Desiderio es diseñadora de jardines. Militó durante años dentro del Partido Nacional junto a Jorge Larrañaga y Jorge Gandini. El año pasado se unió al movimiento Un Solo Uruguay y llegó a ser nombrada delegada por Montevideo. Sin embargo, se trató de un rol corto ya que, entre reunión y reunión con gente que se iba a sumando, comenzó a surgir la idea de conformar un movimiento político. Por esos días conoció a otras personas, algunas del Partido Nacional, incluido Guillermo Domenech, que pensaban que había que hacer otra cosa; que no querían trabajar nuevamente por el mismo partido.

“Cuando se formó el partido no había un solo militar. Dentro de las autoridades no había uno solo, ni siquiera familiares de militares”.


Araceli Desiderio (Nicolás Celaya /adhocFOTOS)

Finalmente Domenech terminó siendo presidente del partido y Desiderio la vice. Tras la convención de agosto dejó el cargo pero siguió como una de las autoridades. Milita en la calle y también en la radio, a través de la audición que tienen en Radio Oriental los sábados de mañana. Desde esa trinchera difunden sus ideas fuerza, como la propuesta de bajar el número de legisladores y reducir las interrupciones de actividad del Parlamento.

En poco tiempo le ha tocado atajar algunos penales. El caso de la foto de Manini con un muchacho que tenía puesta una remera con la inscripción KNKRZ (Hakenkreuz, que significa cruz gamada en alemán, usado así, sin vocales, para evadir leyes contra la simbología nazi). Desiderio contó que, tras el comunicado que sacó Cabildo, deslindándose de filiaciones neonazis, la madres del joven los llamó. “Nos dimos cuenta que la cosa no era tan así como paraecía. La señora nos dio un montón de explicaciones del comportamiento que estaba teniendo su hijo. Y lo entendemos. No estamos para castigar a nadie. Son cosas que hay que aceptarlas”.

Desiderio entiende que, de tanto recorrer el interior, han descuidado la capital. Algo que hasta las propios encuestas muestran cuando se discrimina intención de voto entre Montevideo y el resto del país. Se sienten fuertes en otros departamentos; saben que algunos integrantes de Un Solo Uruguay optarán por ellos y que Manini llega a lugares dónde otros candidatos no llegan. Pero también saben que dejaron un flanco abierto. “La mayoría de los de acá de Montevideo estamos en otros temas, como armar el programa de gobierno. Para nosotros es todo nuevo, tenemos que empezar de cero en todos los tramites. En Montevideo no hemos tenido el tiempo de salir a tocar todas las puertas”.

Igual tienen a militantes que se mueven a sus anchas en los territorios que tienen asignados, como Elsa Capillera.

Donde todo comenzó

Sábado 6 de abril. San Martín y Domingo Arena. Barrio Tres Palmas. Guido Manini Ríos realiza su primer recorrida a y acto público tras dar a conocer su candidatura y cerca de 250 personas se arriman para escucharlo. Muchas de ellas llevadas por un militante social de la zona que se plegó a la campaña de Cabildo Abierto tras años de trabajo para el Partido Nacional.

En frente al Regimiento de Blandengues de Artigas, en la Avendia General Flores, se encuentra el local partidario que regentea Elsa Capillera, principal dirigente de Purificación. Es temprano en la mañana, el local está vacío salvo por Elsa y su esposo, un militar retirado que también milita en Cabildo Abierto, que va y viene, mate y termo bajo el brazo, campaneando la conversación.


Elsa Capillera junto a Manini Ríos (Pablo Vignali / adhocFOTOS)

Elsa nació en Salto en 1971. Su padre trabajaba en la construcción de la represa del departamento y cuando la obra finalizó se fue para Montevideo con su familia -esposa más diez hijos- en busca de trabajo. Se instalaron en el Barrio Borro, donde Elsa hizo la escuela y comenzó su contacto con la iglesia local.

Los estudios siguieron hasta que su padre enfermó del corazón y tuvo que comenzar a trabajar. Tenía 12 años y cuidaba a niños del barrio. Al poco tiempo se trasladó a Punta del Este para trabajar en la casa de una señora. Conoció a su actual esposo y se instalaron en el asentamiento Tres Palmas tras comprar un casa gracias a un préstamo que les hizo su exempleadora. Pronto pusieron un almacén al frente de la vivienda que se convirtió en un centro de encuentro de la gente de la vuelta. Cuando surgió la posibilidad de regularizar el asentamiento ante el PIAI, Elsa quedó como la presidenta. Fue su primer acercamiento al activismo barrial.

Luego vendría su militancia política, primero con Martín Elgue de la Lista 71 y luego con Javier García, que estaba en plena conformación de un nuevo espacio dentro del Partido Nacional: la Lista 40. “Fui una de las fundadoras. Hasta tenía el cartel en casa. Participaba de las reuniones y eso, pero no era como acá (en Cabildo) que yo armo y desarmo. Aquello ya venía todo pronto”. Estuvo diez años con la 40. Llegó a ser convencional del partido y también concejal por el Municipio D. “Pero la gente que me apoyaba es incondicional y me decían que nos matábamos trabajando y que yo no aparecía en ninguna parte. Fui y le dije (a García) que esta vez no iba a hacer nada. Nos quedamos en casa. La ultima elección nos habían retaceado recursos, fotocopias color, etc.”.

En mayo de 2018, Capillera se bajó de la política, temporalmente, ya que apareció Carlos Iafigliola con quién tenía sintonía fina por su fuerte inclinación católica. Llegó a ir a la inauguración de uno de sus locales y ya estaba pronta para formalizar su incorporación pero, en el ínterin, sus vecinos le comentaron que había un partido nuevo, el Partido Orden Republicano (POR), integrado por militares, y que querían sumársele. Llegó a juntarse con uno de sus líderes, el coronel retirado Hugo Grossi y delinearon una estrategia de campaña. Fue entonces que surgió la chance de que Manini se lanzara a la política. Un día apareció en su casa el exmilitar Eduardo Radaelli, condenado en su momento por el secuestro del químico chileno Eugenio Berrios y hoy colaborador de primera línea de Cabildo Abierto. Llegó con la propuesta de que Elsa se sumara a Cabildo ya que tenían buenas referencias de ella y querían que, no solo se incorporara al partido, sino que el primer acto de Manini fuera en su municipio. La pelota empezó a rodar.

Fue voluntaria del MIDES -en el Servicio de Orientación, Consulta y Articulación (SOCAT)- y es crítica de su accionar. “Te pasabas discutiendo para hacer algo. No me parecía justo. Y hablaban de proyectos de tocar el tambor. ¿Para qué? ¿Para tocar en la esquina? (A los jóvenes) hay que darles formación en algo que los ayude. Eran chiquilines con 15 años y un hijo. El asistente social no hace nada y no quería ser cómplice. Me abrí del MIDES”.

Capillera es una de los cinco candidatos a diputado que tiene Cabildo Abierto en Montevideo. No cree en la cuota paritaria y, por convicción religiosa, está en contra del aborto. Sobre el matrimonio igualitario dice que no es quién para juzgar.

La candidatura de Capillera le trajo al partido una militancia barrial de décadas, un conocimiento de la política de base y una fuerte presencia del partido en el cinturón de iglesias de la zona. A la pregunta de si cree que Manini es un representante de los católicos ella responde categóricamente que si. “No lo dicen públicamente pero los más practicantes, si. Una muestra fue (la convocatoria al prereferendum contra la ley trans). Solo Manini apoyaba la convocatoria y me mandaban mensajes diciendo: 'Ya voté'”.

El Neko

Las misiones de paz de Uruguay en el Congo han sido cubiertas incesantemente por varios medios. Es una política del Ejercito para dar a conocer una de sus mejores caras.

Uno de los relatos más sobresalientes de estas misiones tiene como protagonista a Gedeón, el canibal de Congo. Su nombre real es Kyungu Mutanga, uno de los señores de la guerra más temidos del país. Su área de influencia era la provincia de Katanga y, según se decía, no hacía prisioneros; se los comía. Y si alguien lo miraba a la cara, lo ejecutaba. Gedeón contaba con un ejercito que incluía a cientos de niños que asesinaron a miles y provocaron el desplazamiento de otros tantos.

En 2006, un coronel uruguayo que formaba parte de la misión de paz que nuestro país tiene en este país africano fue enviado a negociar y a desarmar a Gedeón. Tras días de intercambios el líder tribal se entregó y, junto a él, fueron entregados casi 200 niños, muchos menores de 10 años, con sus caras pintadas de blanco y calzados con fusiles AK- 47. Los niños fueron desarmados y enviados a un campamento de UNICEF.

El coronel uruguayo designado había sido el sanducero Nelson Neko Gianoni, actualmente retirado de la actividad militar y embarcado en una nueva carrera, la política. Gianoni es el principal candidato a diputado de Cabildo Abierto por Paysandú.

Con Manini se vieron apenas un par de veces antes de coincidir en la política. “Yo también soy paracaidista”, cuenta al referirse a la vez que hicieron juntos un salto. Ese fue el primer encuentro.

El segundo fue cuando decidió, junto a la escritor Laura Dutour, llevar su historia de la rendición de Gedeón a libro y fueron a pedirle autorización a Manini, ya comandante en jefe del Ejercito.

“Bien como es él nos dijo que antes de autorizarlo quería leerlo. Le gustó mucho y nos comentó que no tenía prólogo. Intercambiamos algunas miradas y entonces Laura le preguntó si no le gustaría prologarlo. Respondió que era un honor y un compromiso. Nos hizo un prólogo bien como es él: en dos carillas resumió el libro y lo que representa para el mundo que los uruguayos estemos en la misiones de paz”.

El ingreso de Gianoni a Cabildo Abierto empezó a cocinarse por medio de un grupo de amigos de asados que, sobre fin del año pasado, empezaron a proyectarse más allá de estas tenidas. “Veíamos que se estaba desangrando el tema de los valores, de la seguridad. Algunos empezaron a decir que nos podíamos convertir en Venezuela”. Dice que era un grupo que incluía docentes, comerciantes, algún militar, integrantes de Un Solo Uruguay y que le plantearon que se pusiera el grupo al hombro. Fue entonces que se acercaron al Movimiento Social Artiguista y la noche en que Manini aceptó ser candidato ya bajo el título de Cabildo Abierto, hicieron un asado, llamaron a Guillermo Domenech, luego a Manini y ahí arrancaron con la militancia partidaria en Paysandú.

Gianoni se retiró de la vida militar hace doce años. Siguió trabajando en el ámbito privado, en el rubro logística y como docente en el Polo Tecnológico de Paysandú. ¿Que responde cuándo le dicen que Cabildo Abierto es un partido de militares? “Acá somos 11 en la directiva. Y solo dos militares”.

Por ahora manejan un par de propuestas locales para la comunidad como el proyecto de huertas ecológicas que involucra a niños y abuelos. “Hay mucha gente que está en contra de los agro tóxicos, que quieren comer sano”. También están dando a conocer un proyecto turístico para lograr que Paysandú tenga la misma actividad que Colón, la ciudad espejo, que mueve a cientos de miles por temporada.

Si tiene que elegir un país en el cual proyectarse, Gianoni elige al Paraguay: “Acá en Paysandú te enterás de uno nuevo que se va a Paraguay. A poner un campo, un emprendimiento, un hotel. Por eso Cabildo Abierto quiere generar las mismas condiciones que hay en Paraguay. IVA del 6% (en realidad es del 10%); no hay inflación. En cuanto a las relaciones laborales, no hay conflictos. Lo único es que hace un poco más calor que acá”.

El cabildo que tienen abierto en el centro de la ciudad fue uno de los puntos en donde se podían retirar listas para el prereferendum que buscaba derogar la ley trans.

“Los que son trans, de la casa para adentro, que hagan lo quieran. Tenemos muchos amigos homosexuales y, si son ubicados y están adentro de su casa y hacen su vida, por supuesto que son señores amigos. El tema es darles beneficios, autorizar a los menores a hormonizarse”

Gianoni salta de la ley trans a la perdida de valores. “Los padres tienen que seguir ejerciendo su patria potestad, con sus deberes y derechos, y no que los chiquilines reciban esas capacitaciones de género como muchos hablan ahora, de que se encierran profesores a hablarles de sexualidad sin que los padres lo sepan. Es parte de la perdida de valores que no queremos para nuestras futuras generaciones. Vimos que todo eso se venia perdiendo y acá encontramos, como le gusta decir a Manini, una pista por donde transitar juntos y buscar las mejores soluciones para el país”.

El espejo de Guido

“Estamos convencidos que hay que trabajar por el pais. El pais lo necesita en todos los planos. Y por ende convocamos a la unidad de todos para poder sacar este pais adelante”. La voz que pronuncia estas palabras es seca, enjunta, cortante, algo apaisanada. Es la voz de Guido Manini Ríos. Pero no es Guido Manini Ríos sino el humorista e imitador Gastón da Cruz, que ya tiene prácticaente sacado el personaje.

Da cruz es militar de carrera y es una de las pocas personalidades si se quiere mediáticas que apoyan la candidatura de Manini.

Se unió a la militancia de Cabildo apenas supo que Manini se iba a candidatear aunque, tras las internas bajó la intensidad de su militancia y ahora participa lateralmente. Da Cruz recalca que no le interesan los cargos. Si no que el propósito suyo y del partido es servir desinteresadamente.

“Yo a Guido lo conozco hace más de 40 años. Conozco perfectamente sus atributos de honestidad, transparencia, vocación de servir. Una actitud intachable en todos los aspectos”.

Ya le mostró su imitación a Manini. Dice que, a pesar de su apariencia parca, tiene un gran sentido del humor.

La influencia de Methol

En 1913, Batlle y Ordoñez, planteó a través de su diario, El Día, la discusión de sustituir al Poder Ejecutivo por un colegiado y varios hombres de su entorno plantearon sorpresa y discrepancias con la propuesta. Uno de ellos fue Pedro Manini Ríos, abuelo de Guido, por entonces ministro del Interior, que renunció a su cargo, abandonó el batllismo y, con otros dirigentes, creó una nueva ala dentro del Partido Colorado a la que bautizaron Fructuoso Rivera. Un movimiento que, con el paso del tiempo, se terminó conociendo como riverismo. También decidió dar la lucha contra el colegiado y otras ideas batllistas a través de un nuevo órgano de prensa, que llamó La Mañana.

Con idas y vueltas, y vayvenes en su linea editorial, La Mañana sobrevivió hasta 1990, cuando cerró definitivamente.

Coincidiendo con la candidatura de Guido, su hermano Hugo decidió reabrir el diario. El expresidente de la Asociación de Cultivadores de Arroz (conocido también, a principios de los 70, por su militancia en la JUP) decidió revivir el medio aunque creyó conveniente pasarlo a un formato semanario.

La Mañana está ubicado en una oficina pequeña del centro de Montevideo y, lejos de la ampulosidad de las viejas redacciones, cuenta con un par de escritorios, una bonita vista a la Plaza Cagancha y poco más. Cuelgan de sus paredes varias fotos del viejo Manini, en su época de político de primera línea.

Uno de los pilares de esta nueva época de La Mañana es Marcos Methol, hijo de otra vieja figura pública del Uruguay, Alberto Methol Ferré, quien fuera un pensador, teólogo, historiador y hombre de política de gran notoriedad. Methol Ferré arrancó su vida política junto a Luis Alberto de Herrera y luego pasó por el ruralismo de Nardone; después la Unión Popular de principios de los 60 que unía a socialistas con el nacionalista Erro y, en 1971, terminó junto a Liber Seregni fundando Frente Amplio.

En las elecciones de 2009, Methol Ferré apoyó la candidatura de José Mujica y ahí fue cuando Marcos entró a la vida política.

“Cuando mi padre pasa a integrar el equipo de asesores de Mujica yo tenía 22 años y estaba haciendo Derecho. Entonces empecé a ir a los actos. Iba como militante, recorriendo los barrios”. Alguna vez llegó a salir de recorrida con Alberto Couriel, que era muy amigo de su padre. En vísperas de las elecciones, Methol Ferré enferma (un cáncer detectado en estado avanzado) y, si bien llegó a votar en la primera vuelta no pudo verlo consagrarse presidente ya que murió el 15 de noviembre.

Marcos siguió los pasos de su padre y acompañó con su voto a Mujica. “Me sentía identificado con su veta herrerista, popular y artiguista. Nunca me llamó la atención su veta socialista o tupamara. Él le puso esa impronta durante la primera parte del gobierno pero a mediados de su mandato empezó a prevalecer otra faceta, posmoderna, progresista. Ahí ya no me sentía identificado. Como cuando empezó con la agenda de nuevos derechos. Nunca lo escuché a Mujica hablar de eso durante la campaña”.

Este giro que, según Marcos, tomó el gobierno de Mujica, vinculado a una agenda de derechos que incluía la legalización del aborto y el matrimonio entre personas del mismo sexo, colisionaban con su profunda formación católica. Se desencantó a tal punto que se fue a Cuba, a lo de su tía Elsa Methol (una conversa de la revolución de Castro de la primera hora que emigró a la isla en 1961, en el mismo avión que se llevó al Che Guevara tras su visita a Uruguay).

Sin embargo, en 2013 se conoce la designación del nuevo Papa. Jorge Bergoglio era socio fundador de la Asociación Methol Ferré. El pensamiento del padre de Marcos había calado hondo en la formación del Papa Francisco. “Me di cuenta que un integrante de nuestra asociación se había convertido en Papa. Volví y retomé la dinámica de la Asociación, reeditando libros y organizando conferencias”.

A su regreso tomó contacto con algunas personas del gobierno que estaban empezando a trabajar en el think tank que venía montando Raúl Sendic: la Fundación 2030. Ahí comenzó su vínculo con la 711, que se afianzó cuando, en las internas de 2014, la lista votó muy bien y lo llamaron para organizar la comisión de relaciones internacionales. Afianzó su vínculo con el futuro vicepresidente que, una vez electo, le pidió que se hiciera cargo de los talleres de formación de cuadros. “Hubo seis meses de formación. Les daba una impronta nacionalista y popular”.

Al finalizar los talleres comenzaron los problemas de Sendic con su título y el sector, dice Methol, comenzó a descomponerse. Las actividades se frenaron porque había frentes más importantes que atacar y ese fue el fin de su relación con la 711 y con el Frente Amplio. De esa última etapa rescata el haber frenado junto a la 711 al TISA. Marcos se define como multilateralista y entendía que este tratado significaba la “destrucción” de esa linea de inserción que caracterizó a Uruguay.

Políticamente huérfano, se empezó a juntar con Hugo Manini, por entonces presidente de la Asociación de Arroceros, organización que había invitado en varias oportunidad a Alberto Methol Ferré para dar charlas. Tras la muerte de su padre, Marcos siguió la relación. Lo acompañaba al interior y en esas salidas conoció a Guido Manini. También conoció por esos días a Guillermo Domenech quien, al igual que Guido, era gran cultor de las ideas de Alberto Methol Ferré. Fue ahí que se propusieron crear un movimiento. Aún sin Manini en la cabeza, aunque veían que podía haber una oportunidad de contar con él.

Hoy Marcos tiene 33 años, le queda un año para terminar la carrera de Derecho al tiempo que cursa la licenciatura en Geografía. Se hizo cargo de la secretaria de Cabildo Abierto hasta su congreso de agosto y ahora decidió dedicarle más tiempo al semanario aunque sigue vinculado orgánicamente al partido a través de una comisión. Para la conformación del programa fue designado como referente en relaciones internacionales.

Ya con meses de trajín político, Marcos intenta explicar el fenómeno rápido y profundo que generó el partido en el panorama electoral.

“Uruguay tiene una dosis de centralismo muy importante. Así como le damos la espalda al mar se lo damos al interior. Y Guido es, quizás, el candidato más cercano a los que es la realidad del interior. No solo por su trayectoria sino por su forma de expresarse. Su tonada tiene cosas del interior. Dentro de los referentes hay de todo: militantes sociales, retirados militares, productores rurales. Creo que muchos de ellos tienen algo en común y es que conocieron a Guido en alguna instancia. Algunos cuando estaban en el Hospital Militar o en el Liceo Militar. O cuando estaba en las misiones. También lo conocen en su rol de historiador y como comandante. La trayectoria de Guido no es la de un militar que estuvo en un cuartel durante 47 años”.

Escuchá el informe en Fácil Desviarse de DelSol.