En un comunicado publicado por Cancillería se señala que el “presidente constitucional Evo Morales fue obligado a renunciar a su cargo, provocando un quiebre institucional que representa una ruptura del orden democrático en los términos establecidos en el artículo 3” del Protocolo.
En la reunión del Consejo del Mercosur -que se desarrolla en Bento Gonçalvez, en el Estado de Río Grande do Sul- bajo la presidencia protempore de Jair Bolsonaro, el canciller Rodolfo Nin Novoa planteó que “el Mercosur debe exigir a las autoridades de facto bolivianas, el pleno respeto por los derechos humanos, el control estricto del uso de la fuerza y el cese de la represión indiscriminada contra la población civil”.
La OEA publicó el informe definitivo del Departamento de la Cooperación y Observación Electoral sobre las irregularidades detectadas en las elecciones en Bolivia.
El informe definitivo de 95 páginas y 9 documentos adicionales de anexos reafirma la lectura sobre irregularidades realizadas en el informe preliminar que se emitió el domingo 10 de noviembre, horas antes de la renuncia de Evo Morales a la presidencia.
“El equipo auditor ha detectado una manipulación dolosa de los comicios en dos planos. A nivel de las actas, a partir de la alteración de las mismas y la falsificación de las firmas de los jurados de mesas. A nivel del procesamiento de los resultados, a partir del re direccionamiento del flujo de datos a dos servidores ocultos y no controlados por personal del TSE, haciendo posible la manipulación de datos y la suplantación de actas. A ello se suman irregularidades graves, tales como la falta de resguardo de las actas y la pérdida de material sensible”, dice el informe.
“Los hallazgos detallados revelan, asimismo, la parcialidad de la autoridad electoral. Los vocales del TSE, quienes debían velar por la legalidad e integridad del proceso, permitieron que se desviara el flujo de información hacia servidores externos, destruyendo toda confianza en el proceso electoral”, agrega.