“Nos cuesta comprender y justificar” a los activistas antivacunas

En 2020 Uruguay registró nuevos casos de sarampión, una madre y su bebé que fueron contagiadas por una activista antivacunas. “El sarampión no es una enfermedad banal”, dijo el infectólogo Henry Albornoz.

Actualizado: 25 de febrero de 2020 —  Por: Redacción 180

“Nos cuesta comprender y justificar” a los activistas antivacunas

Nicolás Celaya /adhocFOTOS

Uruguay volvió a registrar casos de sarampión, ahora en 2020. Una madre y su bebé de 11 meses fueron las primeras personas contagias después de convivir con una ciudadana argentina que visitó Uruguay entre el 1 y el 4 de febrero y que luego fue diagnosticada de sarampión. Raquel Rosa, directora General de la Salud, dijo que esa persona “no estaba vacunada por convicción personal”. La mujer argentina era un activista antivacunas, que fue a una fiesta y tuvo contacto con varias personas, entre ellas, esta madre y su bebé.

En entrevista con No Toquen Nada, el médico infectólogo Henry Albornoz dijo que la población tiene que estar vacunada y que las limitaciones son puntuales. “Esto es básico y respecto a ser activista o no, es una decisión personal, que desde la infectología y salud pública nos cuesta comprender y justificar, pero en la libertad de elección de las personas está eso. En el contexto académico creo que todavía nos cuesta entender esos procesos sociales, que son frecuentes, pero no los hemos sabido entender completamente y no hemos tenido una buena estrategia de abordaje”, afirmó.

Por su parte, la epidemióloga Lucía Alonso explicó que se creó una comisión, de la que forma parte la academia, para analizar este fenómeno desde una lógica interdisciplinaria. “Este es un tema que excede a la epidemiología e infectología, tiene que ver más con la sociología y el comportamiento humano ¿Por qué pienso que vacunarme es peligroso para mí? ¿Por qué elijo no vacunarme cuando esto puede afectar a terceros? Eso es lo que está en juego principalmente y no tanto un fenómeno médico. Las personas tienen derecho a rechazar las vacunas, pero hay normas en el país, vivimos en comunidad y el paciente oncológico o el lactante no tiene opción, no pueden vacunarse, y también tienen derecho a estar protegidos”, sostuvo.

Albornoz dijo que el sarampión “no es una enfermedad banal”. “En los lactantes puede ser grave y en los adultos puede tener complicaciones respiratorias. Es cierto, tiene menos carga de severidad, pero para nada se la puede considerar banal. La mortalidad infantil en Uruguay se logró bajar, entre otras cosas, por la eliminación del sarampión en el 99”, afirmó.

El sarampión es, además, una enfermedad altamente contagiosa, que genera entre 12 y 18 casos secundarios en promedio, a diferencia del nuevo coronavirus, por ejemplo, que genera uno o dos.