Un 73% de los presos vive en condiciones que no permiten su rehabilitación

El 73% de las casi 12.000 personas que están privadas de libertad en Uruguay vivieron en 2019 en unidades sin condiciones que permitan su rehabilitación, según el informe anual presentado este por el Comisionado Parlamentario Penitenciario, Juan Miguel Petit.

Actualizado: 17 de abril de 2020 —  Por: Redacción 180

Un 73% de los presos vive en condiciones que no permiten su rehabilitación

adhoc©Javier Calvelo

La población carcelaria aumentó a lo largo de 2019. En América del Sur, Uruguay sólo es superado por Brasil en tasa de prisionización con un registro de 328 presos cada 100.000 habitantes.

A enero de este año había 11.732 personas privadas de libertad en el país (en diciembre eran 10.907 varones y 628 mujeres).

El porcentaje de presos procesados y penados a lo largo de 2019 se modificó sistemáticamente en favor de los condenados que pasaron de ser el 56% al 76% del total.

El segmento mejor calificado por el informe donde se considera que los reclusos tienen “oportunidades de integración social” se había mantenido estable en 26% en 2018 y creció un punto para ubicarse en el 27% de la población en 2019.

El porcentaje de población carcelaria en unidades categorizadas como con “tratos crueles, inhumanos y degradantes” cayó del 35% de la población carcelaria en 2018 a al 26% en 2019 .

Sin embargo, la categoría intermedia de situación en las unidades, que se define como con “insuficientes condiciones para la reinserción social” saltó del 39% en 2018 a 47% de la población carcelaria el año pasado.

El problema del hacinamiento aparece con mucho más fuerza en las cárceles del interior que en las del área metropolitana. Mientras que ningún establecimiento tiene un índice superior a 100, que indica la cantidad de reclusos por cada 100 plazas, en el área metropolitana, la gran mayoría de las cárceles del interior están por encima de 100 en ese indicador.

En 2019 tuvieron lugar 44 muertes en prisión, lo que implica un incremento sustantivo en relación a los 37 fallecimientos ocurridos en 2018. De esas 44 muertes, 31 fueron violentas y 13 no lo fueron. Entre las violentas, se contabilizaron 20 homicidios, 9 suicidios y otras 2 muertes violentas; una de ellas un accidente de electrocución y la otra fue por meningitis, producto de una larga internación tras recibir una puñalada en el rostro.

26 de las 31 muertes violentas se registraron en establecimientos del área metropolitana.

En términos absolutos, 2019 implicó un récord anual de los homicidios desde 2006. En términos relativos, la tasa se mantuvo similar a 2018, indicando 186,5 homicidios cada 100.000 personas, aproximadamente 18 veces más que la cifra nacional. Por su parte, la tasa de suicidios en cárceles fue de 83,9 cada 100.000, aproximadamente 4 veces más que la cifra nacional.