El gobierno flexibilizó la semana pasada algunos criterios que definen cuándo hay exceso y ciertos alimentos que antes estaban obligados al etiquetado ahora quedan libres de advertencia.
Desde el Ministerio de Salud Pública no respondieron a No toquen nada cuándo empezarán a fiscalizar el cumplimiento de este decreto porque, según nos dijeron, no van a dar entrevistas sobre el tema.
Las empresas deben fijarse en la nueva norma si los alimentos envasados que venden están dentro de los límites de sal, azúcar y grasa que establece el decreto. Si se pasan de los límites, deben incluir el octógono de advertencia en la parte frontal del empaque. Es un octógono por ingrediente excedido. O sea que un producto puede llevar hasta cuatro octógonos.
El decreto se firmó en agosto de 2018 pero tuvo dos modificaciones posteriores: una en setiembre de 2020 y otra el jueves 28 de enero de 2021. Ambas modificaciones cambiaban los límites para considerar que un producto se excede en alguno de esos ingredientes.
Cuando se firmó, en 2018, se estableció que empezaría a regir el 1 de marzo, es decir, cuando asumiera el nuevo gobierno.
El nuevo gobierno puso una prórroga de 120 días, pero más adelante (en junio) anunció que no iba a empezar a fiscalizar hasta 2021 y que habría una modificación a ese decreto.
Esa modificación llegó en setiembre. Allí, además de cambiar los criterios técnicos, se estableció la entrada en vigencia en febrero de este año (y no se concretó el único cambio que habían anunciado los ministros de Industria y de Salud en junio: cambiar “exceso de” por “alto en” en la leyenda del octógono).
Desde fines del año pasado quienes trabajan o trabajaron en este decreto saben que venía una nueva modificación en los criterios, que es la que se publicó ahora.
Los cambios del decreto
El ingeniero en alimentos Gastón Ares integra el Núcleo Interdisciplinario “Alimentación y Bienestar” de la Universidad de la República. Además, asesoró en la redacción de la primera versión del decreto.
Ares explicó a No toquen nada cuál es la principal preocupación con la nueva redacción del decreto.
“El cambio más preocupante tiene que ver con el azúcar que es el principal problema de la alimentación de los niños en el Uruguay”, explicó.
Ese consumo por parte de los niños duplica en promedio el máximo que deberían consumir en un día.
“La mayor parte de ese azúcar viene de productos lácteos como postres, yogures, los refrescos, las galletitas. Este nuevo decreto lo que hace es flexibilizar los criterios que se consideran para definir que un alimento tiene exceso de azúcar. Eso quiere decir que va a haber muchísimos productos que tienen muchísima cantidad de azúcar que no van a tener el símbolo de exceso cuando deberían tenerlo”, afirmó Ares.
Incrementos “de una hasta un 50%” en las grasas saturadas
La Sociedad Uruguaya de Cardiología emitió un comunicado en el que dice estar preocupada por esta modificación al decreto, porque “los nuevos límites representan, en el caso de los alimentos sólidos, incrementos de un 25% para el sodio, 30% para los azúcares, 44% para las grasas y 50% para las grasas saturadas”.
En el comunicado dicen que no encuentran evidencia científica que justifique el beneficio de esta flexibilización. El decreto simplemente establece que “se considera pertinente”.
Algunos nutricionistas consultados por No toquen nada dijeron también que el cambio hace que los yogures, como están declarados en gramos y no en mililitros, apliquen el criterio de los sólidos y entonces tienen aún más tolerancia al añadido de azúcar. En la práctica, los lácteos quedarán con límites altos de azúcar.
El Sindicato Médico del Uruguay compartió en su cuenta de Twitter la Declaración de la Alianza de la Sociedad Civil para el control de las Enfermedades No Transmisibles, de la que forma parte. Allí se declaran sorprendidos porque esta nueva versión del decreto viene del Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM) y no del Ministerio de Salud Pública (MSP). Dicen que flexibiliza los límites y señalan que los principales productos beneficiados de esta flexibilización serán aquellos con excesos de azúcares y grasas, en particular los productos lácteos y postres, que muchas veces son publicitados como saludables especialmente para los niños.
Además, se preguntan cómo fiscalizará el MSP el cumplimiento de la norma desde hoy, cuando entre en vigencia.
Declaración del SMU y SSCC sobre la entrada en vigencia de la obligatoriedad del rotulado frontal de advertencia nutricional en alimentos. https://t.co/bGdWyiZDZk
— Sindicato Médico del Uruguay (SMU) (@smuruguay) February 1, 2021
Cambios y criterios
¿Qué razones tiene esta flexibilización? Es una pregunta que se hacen las voces críticas.
El decreto original se basaba en los límites que sugiere la OPS/OMS para considerar si hay exceso de ingredientes no saludables en un alimento (sal, grasa, azúcar). En realidad eran límites más flexibles que los de la OPS, pero la idea en un principio era ir gradualmente hacia esos límites. Pero los límites de la última versión no parecen basarse en ningún criterio técnico.
Así lo explicó el ingeniero en alimentos Gastón Ares. “Estos nuevos límites no tienen ninguna justificación técnica ni tampoco son los utilizados por otros países. Por ejemplo, Chile tiene los límites que son los que establecía el decreto 246. Estos nuevos límites no se asemejan a los que tiene implementado ningún país”, afirmó.
Ares explicó a No toquen nada que los nuevos límites son parecidos a los del decreto original pero más flexibles en casi todos los criterios que la versión del año pasado.
“Cambian los criterios para definir exceso. Todos esos criterios se flexibilizan respecto al 246. Es decir que aumenta la cantidad que tienen que tener un producto de azúcar, grasa y sal para tener los símbolos de exceso”, señaló.
La industria
Fernando Pache, presidente de la Cámara Industrial de Alimentos, dijo que van a cumplir con la norma.
La industria local es solo una parte menor de esta historia. La industria internacional tiene un peso relevante en la presión por este tema. No solo acá, en todo el mundo.
Pache dijo a No toquen nada que pedirán flexibilidad al gobierno y al MSP para la fiscalización teniendo en cuenta estos pocos días que tienen para aplicar los nuevos parámetros.
“Es claro y notorio que las empresas presentarán una solicitud frente al MSP. No tenga duda que no va a pasar el mes de marzo y de ahí a un máximo del mes de julio en el que todo el país industrial, habiendo terminado el packaging que tenía en stock, va a ir reponiendo según esta norma. Pero la norma se va a cumplir y quienes emitieron el decreto tienen el sentido común suficiente para darse cuenta que va a haber un período de adaptación”, afirmó.
También dijo que es muy pronto para sacar conclusiones sobre si este decreto es más o menos permisivo, y que el equipo técnico de la Cámara está analizando las diferencias entre los decretos.
Con base en un informe de Nadia Piedra Cueva para No toquen nada.
