Una delegación de la Fundación de Bill y Melinda Gates visitó Uruguay, luego de la invitación que le realizara el gobierno a raíz de declaraciones del multimillonario respecto a la necesidad de ir hacia el consumo de carnes de laboratorio.
Tras ese encuentro, el gobierno quedó con la sensación de que Gates pasó de ser un posible enemigo del principal producto de exportación uruguayo a un posible aliado. Los respresentantes uruguayos le mostraron la cría de ganado que se desarolla en las praderas uruguayas. También le informaron de la investigación en la búsqueda de fortalecer lo que ya se considera un sistema de producción sostenible.
El vicepresidente de Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), Walter Baethgen, fue uno de los funcionarios que particiaron de esa reunión. En una entrevista con No toquen nada, explicó qué fue lo que se les quiso mostrar a los representantes de la Fundación Gates, que financia programas de desarrollo agropecuario en países africanos y del sudeste asiático.
“El 90% de la producción ganadera se basa en un ecosistema natural que es uno de los más amenazados en el mundo. En Uruguay el productor quiere mantener ese ecosistema natural porque le conviene, porque es una buena manera de gestionar riesgos”, afirmó.
“Es importantísimo saber, identificar, mostrar, que hay sistemas de producción que son sanos, que son ambientalmente sanos, que son sostenibles”, agregó.
Baethgen diferenció el sistema de producción que se aplica en Uruguay del que se practica en Estados Unidos, por ejemplo, donde las vacas son encerradas y se suministran hormonas y antibióticos intensivamente.
“Otra cosa totalmente distinta es tener animales a cielo abierto, pastando en pasturas naturales. La Unión Europea te exige que la carne que le vendés tenga ciertas características como el marmoleado, la grasa en el músculo, que la manera de hacerlo es que los últimos 100 días de engorde los hagas en base a un alimento concentrado y con menos movilidad. Ahora, el animal tiene tres años de vida en los cuales solo los últimos 100 días hace eso. No es un feed lot donde meter un ternero y que casi lo inyectás”, afirmó.
La institucionalidad que rodea la producción también fue otro elemento elogiado por la Fundación. El hecho de que estuvieran los ministerios de Ambiente y de Ganadería juntos explicando el sistema los “impresionó”.
“Haciendo una caricatura, el Ministerio de Medio Ambiente es el que protege y los ministerios de producción son los que destruyen. Los de la fundación se impresionaron con que estuvieran hablando con esos dos ministerios a la vez”, afirmó.
Otro punto del encuentro fue el de las investigaciones que se llevan adelante para reducir los niveles de metano, derivados de la producción de carne. La Fundación se mostró interesada en colaborar en este aspecto.