Ismael Fuentes, integrante del secretariado Ejecutivo del PIT-CNT, dijo a No toquen nada que hubo ingenuidad por parte de los responsables del plan pero no mala intención.
El Plan de Vivienda Sindical fue denunciado públicamente por una empresaria a fines del año pasado. La mujer declaró a El País que fue estafada por dos gestores que afirmaron actuar en nombre de la central sindical.
En febrero de 20013, la empresaria firmó un contrato con dos supuestos gestores del PIT-CNT para la construcción de 1.000 viviendas destinadas a cooperativas de Maldonado, San Carlos, Atlántida y Minas. Los dos gestores le solicitaron una "donación" a cuenta de las utilidades, calculadas en 3.000.000 de dólares y le pidieron cheques diferidos por 300.000 que, según el contrato firmado, podían utilizarse con el único fin de adquirir terrenos para viviendas sociales.
La versión de la empresaria es que la plata fue utilizada con fines ajenos a los que figuraban en el contrato y luego se rescindió el acuerdo por lo que reclamó la devolución del dinero.
Desde el PIT-CNT se afirma que nunca se autorizó a nadie a negociar en su nombre.
La central sindical conformó una comisión investigadora en diciembre de 2013 para estudiar lo sucedido. En ese momento, Fernando Pereira, integrante del secretariado Ejecutivo le dijo a No toquen nada que habían mostrado debilidades.
Luego de finalizar el análisis, los trabajadores concluyeron que fueron ingenuos para negociar con los empresarios.
“Creo que hubo mucha ingenuidad por parte de compañeros nuestros, fundamentalmente, por qué no decirlo, del propio compañero Burgos que era el responsable", dijo Fuentes. Agregó que hubo falta de experiencia en negociar estos temas y que en estos sectores muchas veces operan "tiburones".
"Por esta ingenidad se cometieron errores como firmar contratos que no se debieron firmar y que hoy ya se dieron de baja. Estas cosas son las que hay que tener presente, revisar más y tener un mayor control”, agregó.
Eduardo Burgos era quien estaba al frente del plan, pero a raíz de lo sucedido fue removido de su cargo. Fuentes dijo que no se lo sancionó porque consideran que no hubo mala fe.
“Creemos que no hubo mala fe sino ingenuidad y errores por lo que sanciones no hay. Obviamente hay un compañero que perdió la responsabilidad que tenía. No digo que esto sea una sanción pero sí modificar el rumbo de cómo venían las cosas hasta ahora. En ese marco no amerita que haya una sanción de ese tipo”, consideró.
