En el Complejo Uruguay Celeste el Loco Abreu se mueve como en su casa. Se ríe con los cancheros, los utileros y sus compañeros. Está feliz por jugar su segundo Mundial. Eso también lo refleja a la hora de hablar en conferencia de prensa.
Con la experiencia vivida de la Copa del Mundo de Japón y Corea ¿cómo ves este Mundial?
En relación a lo que fue la experiencia vivida del Mundial anterior, el entusiasmo y la ansiedad es lo mismo. Hace ocho años que no tenemos esa oportunidad. Se genera una situación linda con la gente que está entusiasmada y cree en este grupo. Eso también uno lo nota, lo siente y las experiencias vividas también sirven para manejarse de otra manera, prepararse de otra forma y anticiparse a cosas que van a suceder. Poder comentarlo con el grupo para adelantarnos a ese tipo de situaciones.
¿Qué posibilidades le ves a la selección?
Veo al plantel muy bien, firme, con convicciones claras y con una mentalidad de que podemos darle pelea deportiva a cualquier selección de las que hay en el grupo. Eso tranquiliza porque hay una base, una idea, debido a este proyecto que lleva cuatro años y que te da tranquilidad del camino a seguir. Después está el partido mismo y las circunstancias que se sobrellevarán en el mismo momento pero previo al partido con Francia, que es el único que está en nuestra mente, estamos muy bien. Tuve la experiencia de la preparación para el Mundial anterior donde jugamos muchos partidos y esta de quedarnos en una sede. Y para mí, jugar poco, prepararse bien y acondicionar al equipo en el Complejo Uruguay Celeste es la ideal.
¿Cómo tomás el entusiasmo que hay en la gente?
Te sirve la vitamina pura que te da la gente porque te lo dicen espontáneamente “les va a ir bien” y no lo dicen por quedar bien sino porque realmente lo sienten y porque están identificados con el equipo. Eso nos pone contento pero no nos podemos quedar solo con eso. Lo mejor que estamos haciendo es pensar en Francia, no dejarnos ir en lo que puede ser México o Sudáfrica sino puntualizar en Francia porque ganando ese partido damos un paso importantísimo
¿Qué puede ser clave en la preparación?
Algo que hemos adelantado en este grupo es no tener inconvenientes extrafutbolísticos que históricamente la selección tuvo. Tener todo solucionado antes de ir al Mundial y mantener un proceso de cuatro años, son cosas que la selección normalmente no tenía. Hay muchas cosas que se adelantaron y que hoy nos hace llegar a la selección con la seguridad de saber lo que se busca en cuanto a la disciplina, la humildad y el trabajo. Y eso es fundamental. Otra cosa importante es esta instancia es hablar de detalles en cuanto a los partidos del Mundial que son completamente distintos a todo. No vamos a ver lirismo, va a ser todo muy medido, con pocos espacios y juego ríspido. Los rivales juegan al error del rival para hacer un gol y jugar de contragolpe. La pelota quieta también va a ser importante. Hay que tener esas cosas previstas para adaptarnos a esa realidad con nuestro sistema de juego.
¿Estás soñando con la revancha contra Francia ocho años después?
Sí. Aquel partido lo jugamos bien y no pudimos ganarlo. Pero todo eso nos va a servir porque ante una Francia más fuerte que la de ahora jugamos de igual a igual. Eso demuestra que el uruguayo tiene temple, personalidad, rebeldía y fútbol. Este grupo tiene a favor estos cuatro años de frecuencia de trabajar de una misma manera. Además en este mismo proceso jugamos contra Francia en París y empatamos jugando de igual a igual e imponiendo lo mismo. En los dos partidos tuve una posibilidad clara y no pude convertir. Eso es bueno porque como la tercera es la vencida y ya se me escaparon dos, la tercera no se me escapa.
