El porcentaje de personas ancianas aumenta en casi todas partes del mundo. ¿Cómo ha evolucionado la cantidad de personas mayores en la población uruguaya en los últimos años? ¿Y cómo son las proyecciones a 50 años?
Hoy tenemos un 20% de población adulta mayor (que tienen más de 60 años). Habrá que esperar al Censo 2011 para ver cuántos son exactamente, pero se pueden calcular unos 620.000. En el censo de 2004 dio que había un 17,6%. Según proyecciones al 2050, habrá unas 988.000 personas mayores de 60. Es decir que en este momento, una de cada cinco personas es vieja, y a mitad de este siglo probablemente lleguemos a tres de cada diez.
El material difundido por Naciones Unidas sobre vejez menciona que cuando las tasas de fecundidad disminuyen por debajo del nivel de reemplazo, puede originarse escasez de mano de obra, ya que la cantidad de trabajadores que se jubila cada año con el tiempo superará la cantidad de nuevos trabajadores que ingresan al mercado laboral.
En Uruguay las tasas de fecundidad están por debajo del nivel de reemplazo desde que empezó este siglo e implica que la población a largo plazo no alcanza para reemplazarse a sí misma. Muchas veces se asocia el tema del envejecimiento como un problema, que lo es, pero tampoco es un problema del todo, porque el hecho de que las personas vivan más es un buen indicador de desarrollo. El tema es que muchas veces se dice que el envejecimiento es un problema porque quién va a sostener a los viejos y que los viejos les van a sacar el lugar a los jóvenes y demás; es una lógica economicista. Yo prefiero abrirme de ese discurso porque es una lógica que enseguida instala la pregunta de “¿cómo vamos a bancar a los viejos?” o “toda la plata que se nos va a ir en seguridad social”. Los viejos, en definitiva, estuvieron aportando toda la vida y nosotros cuando seamos viejos también vamos a tener derecho a una jubilación. La lógica instalada es que los viejos son solo un gasto.
Entonces, el tema de que la tasa de fecundidad caiga por debajo del nivel de reemplazo, es un problema enorme, porque implica que la población a largo plazo no alcanza para reemplazarse a sí misma. Y que digan que es un problema que se reduce a que no hay mano de obra es un simplismo, porque hay problemas mucho más graves que hay que atender antes si querés revertir esa fecundidad por debajo del nivel de reemplazo.
Los adultos mayores y en buen estado de salud son una reserva creciente de capital humano que no se aprovecha. ¿Qué se está haciendo en Uruguay?
Recién se está empezando a experimentar en Uruguay el tema, sobretodo hubo una experiencia reciente en la construcción, en la que jubilados capacitaron a los jóvenes que recién ingresaban. Estas instancias son positivas no solo para su inserción, sino por la transmisión del saber profesional. Sin duda que los ancianos pueden contribuir. Hay que pensar todas esas modificaciones para el adulto mayor que quiera reinsertarse en el mercado de trabajo. Es fundamental hacer modificaciones en la atención médica, también se han pensado en descuentos en medicamentos, mayor capacitación de geriatras, etc.
Hay una movida interesante que surge desde el Mides, que es la creación del Instituto Nacional de Adultos Mayores. Yo creo que de ahí van a salir políticas de este estilo, aunque todavía no están instaladas.
