Cómo se definió el programa de gobierno del Frente Amplio

El Frente Amplio tiene por costumbre reunir de forma extraordinaria al congreso los años previos al año electoral y definir allí su programa de gobierno y sus candidaturas. La jornada es el cierre de discusiones que duran varios meses y que terminan unas horas antes de las votaciones, lo que muchas veces lleva al caos que se vivió por momentos este domingo.

Actualizado: 26 de noviembre de 2013 —  Por: Redacción 180

Cómo se definió el programa de gobierno del Frente Amplio

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El Congreso del Frente Amplio es el máximo órgano de ese partido político, en él están representados a través de delegados todos sus comités de base y todos los sectores políticos que forman parte del Plenario Nacional.

Teóricamente, en un Congreso del Frente Amplio, las bases (o sea, los comités de base, los militantes de a pie y no los sectores) son quienes tienen el poder. Este año esa representación rondó los 1.400 congresales, a los que se le suman unos 170 miembros del Plenario Nacional, donde están representados, explícitamente, los sectores del FA como el Partido Comunista, el Movimiento de Participación Poopular, el Partido Socialista, el Frente Líber Seregni, etcétera.

La ahora precandidata a la Presidencia, Constanza Moreira, destacó al Frente Amplio como el único partido que define su programa de gobierno en un congreso con sus militantes.

La afirmación de que en el Congreso el poder es de las bases parece incuestionable, pero, en la práctica las cosas no parecen ser así.

El Congreso funciona con reglas de juego. Una de ellas es que las mociones que intentan modificar el documento base del programa tienen que ser aprobadas por las comisiones que trabajaron los temas el sábado. El documento base fue elaborado por la Comisión de Programa del Frente Amplio con el trabajo de unos 800 frenteamplistas.

Según contó a No toquen nada el senador del MPP Ernesto Agazzi, nunca antes se había trabajado con tanta anticipación un programa de gobierno en la fuerza política. El trabajo de la comisión comenzó hace dos años y su criterio fue el consenso.

En la previa del Congreso, todos los sectores importantes de la coalición se declararon de acuerdo con el documento, pero dos grupos, el PS por un lado y un grupo de 8 sectores liderados por el MPP y el PCU por otro, presentaron documentos con énfasis y propuestas de agregados.

Es por esas menciones que se habló de los empujes para que el programa fuera más a la izquierda y de cambiarle cosas al equipo económico y al Frente Líber Seregni.

Para lograr modificar el documento base de la Comisión de Programa se debían reunir dos tercios del Congreso, un criterio exigente, mucho más alto que el de la mayoría simple.

En Defensa hubo dos propuestas que levantaron nutridos aplausos del público como la de retirar los privilegios de la jubilaciones militares y la de que los integrantes de las Fuerzas Armadas se formen en instituciones civiles de enseñanza y sólo tengan educación militar para materias específicamente castrenses.

Sin embargo algunos dirigentes como el ex ministro Luis Rosadilla, de la CAP-L, y el director de Formación del Ministerio de Defensa, Hernán Planchón, salieron al cruce y lograron evitar esas propuestas.

Más allá de los abucheos que recogió Planchón con su afirmación de que el Frente Amplio fue fundado por militares, al final logró su objetivo y ninguna de las dos mociones que argumentó en contra alcanzaron los dos tercios.

Otro tema que mostró un reflejo similar del Congreso fue el fracaso de la moción para impulsar un ente estatal pesquero. En ese caso, como en muchos otros en este Congreso, el encargado de salir al cruce fue el senador Ernesto Agazzi.

Tiempo al tiempo

El atraso en el cronograma del Congreso era tan grande en la tarde del domingo que se decidió acortar el tiempo de los oradores. La mesa, conducida en ese momento por Juan Castillo y Mónica Xavier, argumentó que si no se hacía ese cambio se iban a retirar los militantes del interior y el Congreso se iba a quedar sin quórum.

A partir de ese cambio, en vez de votar una a una las mociones. Primero las que tenían consenso o amplia mayoría en la Comisión donde fueron tratadas y luego las que se contraponían entre sí o pasaron en minoría.

Así se votó el capítulo de economía y el capítulo de educación. Donde comunistas y socialistas pulsearon por una redacción distinta respecto al 6% del PBI y terminó ganando la moción más moderada y vazquista (la de los socialistas), que no obliga a llegar al 6%.

En el capítulo económico todas las mociones que lograron modificar el programa se votaron en un solo paquete.

¿Cómo se decidió armar ese paquete de modificaciones aprobadas al capítulo económico? Fue una de las grandes cuestiones del Congreso. Según señaló este lunes en un artículo la agencia Uypress, del dirigente del FLS, Esteban Valenti, hubo un cambio de rumbo de 180 grados entre la dirección que el Congreso llevaba el sábado y lo que terminó pasando el domingo.

Según ese relato, bajo la advertencia del FLS de que había varias mociones aprobadas en Comisión que iban a poner en riesgo la campaña electoral y el gobierno del Frente Amplio, sectores como el PS, el MPP, e incluso el Partido Comunista decidieron poner un límite a las propuestas más radicales. Así se vio al secretario general del PS, Yerú Pardiñas, argumentando en contra del uso de las reservas en dólares del BCU para inversiones estatales, también a Ernesto Agazzi saliendo al cruce de la propuesta de eliminación de las devoluciones del FONASA.

Después de la votación del capítulo económico, Pablo Ferreri, director de la DGI y responsable de programa en el capítulo económico del FLS habló con la prensa y se autoadjudicó la rectificación del rumbo del Congreso

Con base en un informe de Ricardo Leiva

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