El cambio que frenó la presentación de proyectos de construcción

La Intendencia de Montevideo (IM) recibió solo dos proyectos de construcción que se adaptan a la nueva normativa de convertibilidad y accesibilidad que rige desde octubre. Una de las dificultades que plantea la nueva norma es la exigencia de espacios mayores, que cambian la manera de proyectar y la ecuación económica de los promotores de la construcción.

Actualizado: 23 de diciembre de 2014 —  Por: Emiliano Zecca

El cambio que frenó la presentación de proyectos de construcción

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La norma implicó que cualquier construcción debe ser modificable para garantizar la accesibilidad en un 100%, cumpliendo con las normas UNIT. El decreto se aplica para los edificios que cuentan con cuatro o más viviendas y en el caso de las oficinas están todas incluidas.

En mayo del 2013, la Junta Departamental aprobó este decreto que estableció que todas las viviendas serían "convertibles" y su aplicación estaba prevista para julio de este año. Luego la IM dio una prórroga y en octubre comenzó a regir.

No toquen nada entrevistó a Patricia Roland, directora de la División Espacios Públicos y Edificaciones, y a Horacio Farías, coordinador del Área de Contralor de la Edificación, para conocer detalles de la aplicación de la nueva normativa.

Farías dijo que luego de la implementación, el ritmo de presentación de proyectos bajó muchísimo y confirmó una situación que No toquen nada adelantó en julio de este año. Las empresas se apresuraron a presentar sus proyectos y hubo un "aluvión". "Antes de que empezara la vigencia de la normativa hubo un aluvión de proyectos. Nuestro pico siempre es a fin de año, pero en este caso la mayoría se entregaron antes de julio y después que se dio la prórroga, entre agosto y setiembre, hubo otro aluvión de proyectos que ingresaron. Todos esos permisos que saturaron catastro, basados en la norma anterior, fueron contemplados. Algunos todavía están ingresado porque quedaron en la cola esperando la autorización previa", explicó.

Patricia Roland explicó que solo se dieron excepciones para que pudieran construir sin las exigencias de accesibilidad a aquellos casos que ya tenían iniciados los trámites de aprobación previo a octubre. Esto se hizo para no cambiar las reglas de juego en pleno trámite. "Cuando uno inicia el trámite del permiso de construcción ya tiene un tramo del camino hecho. Ya compró la tierra, averiguó los retiros", agregó.

Las nuevas disposiciones debían aplicarse desde el 23 julio, pero surgieron discusiones y diferencias entre la Asociación de Promotores Privados de la Construcción del Uruguay (APPCU) y la IM. Incluso, hubo discrepancias internas entre los promotores.

Ahora la IM tiene planteos de modificación de la norma sobre los que deberá resolver. Hay una comisión que está analizando el tema y que luego elevará un informe para las autoridades políticas, que serán las encargadas de tomar la decisión final.

La IM considera que si se hacen modificaciones no va a cambiar la esencia de la norma. "Serán cosas puntuales, nosotros vimos que hay algunos errores de superposición con otras cosas con las que no aplicaría estrictamente. Ese tipo de cosas que siempre quedan en la redacción de la norma. El esquema básico de lo que se apunta se mantiene", explicó Farías.

Desde la IM se considera que esto es una evolución en materia de las construcciones y se reconoce que el cambio es profundo, porque la forma de proyectar ya no será igual. "Estamos en constante evolución e incorporando cosas que empiezan a ser más sensibles a la sociedad en su conjunto. La accesibilidad a los espacios públicos, las veredas. Hoy no construimos ningún espacio público que no sea accesible. No podemos ir para atrás, pero los conceptos se van incorporando. Pero después de esta norma ya no sirven las mismas tipologías, no se puede proyectar en un terreno el mismo edificio con las mismas unidades", señaló Roland.

"Si la persona elige una vivienda de dos dormitorio no puede pasar que para hacerla accesible haya que demoler uno y perder esa condición. La vivienda tiene que mantener su característica y además debe permitir las modificaciones. Lo mismo se debe prever en el baño, la cocina, la sanitaria debe prever esto. La estructura debe pensarse para ser convertible. Los espacios le sirven a todo el mundo, no solo a las personas con discapacidad", agregó.

Actualmente, la tendencia en las construcciones de viviendas es el máximo aprovechamiento del espacio. Pero esta reglamentación plantea una dificultad porque exige espacios mayores. Este es un punto que afecta la implementación de la norma.

"Eso es una tendencia de un actor, no menor, que es el que construye. Pero después está nuestra actuación. Acá hay muchos intereses que confluyen y en la medida en que se logre un equilibrio las cosas siguen caminando. Nosotros estamos atendiendo a la accesibilidad, entendiendo la importancia que tiene, y tenemos que ir avanzando de forma en que no se genere una parálisis. No nos parece mal que se vele por la rentabilidad del negocio, pero nosotros tenemos que velar por otras cosas", dijo Roland.

La fiscalización de esta norma se hará durante el proceso de presentación del proyecto. Quien vaya a construir deberá presentar el plano de la obra que se va a realizar y el plano con las modificaciones que garantizan la convertibilidad.

Esto permite que si en el futuro se hacen las modificaciones de accesibilidad, no se necesite otra autorización para reformas como pasa en otros casos.