La obtención de energía a partir de la basura en Uruguay

Maldonado, Montevideo y Florida, en distintos niveles, están avanzando en la producción de energía a partir de la basura. Una experiencia que en Noruega, por ejemplo, ha llegado a requerir la importación de desechos.

Actualizado: 19 de abril de 2015 —  Por: Felipe Miguel

La obtención de energía a partir de la basura en Uruguay

Foto: División de Ingeniería Sanitaria y Ambiental de la Intendencia de Maldonado.

En distintos puntos del país se utilizan técnicas diferentes para conseguir una disposición final de residuos menos contaminante que los habituales vertederos.

Uno de los más completos se encuentra en la planta de Las Rosas, en el departamento de Maldonado, donde se emplea el método de relleno sanitario. Se trata de una disposición controlada de los residuos, colocándolos dentro de una celda bajo el suelo para luego ser tapados con tierra.

De acuerdo a datos fueron proporcionados por la Division de Ingenieria Sanitaria y Ambiental de La Intendencia de Maldonado, esta técnica “minimiza los impactos ambientales, mediante el control y tratamiento de las emisiones líquidas y gaseosas”. Este sistema trata “todos los residuos domiciliarios o aquellos que tienen cierta posibilidad de afectar de una forma negativa al ambiente”, explicó a 180 Federico Steffenino, responsable técnico del relleno sanitario de Las Rosas. Estimó que en Las Rosas se tratan unas 80.000 toneladas de residuos sólidos urbanos al año.

Cuando estos se descomponen generan lixiviados -un líquido muy concentrado con mucha materia orgánica disuelta que sale de su propia humedad- y biogás, compuesto en un 50% de gas metano. Los 50 m³  diarios -en promedio- de lixiviados son tratados y volcados a una cañada luego de alcanzar una calidad acordada en un decreto.

El biogás, en cambio, se capta “pinchando” las celdas con tubos de unos 15 a 20 cm de diámetro. De allí se conduce a una planta y entra a un sistema donde el gas se comprime y hay dos motores que lo usan como combustible, haciendo girar un dínamo para producir electricidad.

“Producimos unos 1.500 megavatios hora de energía al año. Tenemos una potencia instalada nominal de 1 megavatio aunque la real es un poco menor. Eso se vuelca a la red de UTE y son utilizados. De todas formas, no es una cantidad de energía importante como para decir que genera un cambio”, explicó Steffenino.

A su vez, se minimiza la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera. “Una vez que ese gas se quema y se transforma en dióxido de carbono, tiene una capacidad de efecto invernadero 20 veces menor que la original”, añadió.

Esta experiencia de generación de energía eléctrica es única en el país y Steffenino cree que “es una tecnología que ha dado un resultado muy bueno para el tratamiento de residuos”.

En Europa existen experiencias que utilizan métodos similares, como el exitoso caso de Noruega, que ante su excesiva capacidad para procesar los residuos comenzó a importar basura de otros países

Florida, en una cápsula

El plan piloto llevado adelante por la Intendencia de Florida y puesto en marcha a partir de enero consiste en el encapsulamiento de los residuos.

Cuando el camión recolector llega a la planta, la basura pasa por una serie de cintas donde los clasificadores retiran todo lo reciclable, lo valorable y lo que no irá enterrado. Al final hay una tolva donde cae todo y luego un tornillo envuelve los residuos compactados en una bolsa de polipropileno.

Las bolsas, lo que finalmente se entierra, tienen unos 2,2 metros de largo y pesan más de tres toneladas.

“La idea es que a futuro, dentro de los proyectos que hay, se desentierren y puedan servir para incineración y así generar energía. Cuando llegue el sistema, la basura ya va a estar clasificada y en cápsulas”, indicó a 180 Daniel Dos Santos, director de Salud y Control Ambiental de la Intendencia de Florida.

Además, la basura que se clasifica es vendida utilizando una prensadora con la que hacen fardos de carton, nylon o botellas de plástico.

Añadió que cuando la planta abrió comenzaron trabajando nueve empleados, ya se sumaron tres y “lo más seguro es que se tome a cuatro más”. Todos eran recicladores que antes estaban en el viejo vertedero.

El costo de la máquina es de aproximadamente un millón de dólares, que fueron aportados por la empresa Eronal SA, que opera la planta. Por su parte, la Intendencia brindó el galpón donde se desarrollan las actividades.

El Banco Mundial como cliente

En Montevideo, en el Sitio de Disposición Final de la calle Felipe Cardozo, también se realiza la extracción de biogás, al igual que en Maldonado. Sin embargo, no existe aún un sistema que permita la generación de energía eléctrica a partir de ello.

Se capta el biogás para luego quemarlo, generando dióxido de carbono y vapor de agua, lo que reduce en gran forma el impacto ambiental. Estos gases tienen un potencial de efecto invernadero 21 veces menor que el biogás, según indica la Intendencia de Montevideo en su sitio web.

Gabriella Feola, directora del Servicio de Evaluación de la Calidad y Control Ambiental de la IMM, explicó a 180 que existe un inventario de gases de efecto invernadero de los años 2006, 2008, 2010 y está cerca de finalizarse el de 2012. De estos informes se desprende que “uno de los factores importantes que contribuye al efecto invernadero de metano de Montevideo son los residuos sólidos”, dijo Feola. Añadió que en el resto del Uruguay es el sector agropecuario el que más aporta al efecto invernadero, ya que las heces de las vacas producen metano.

Por otra parte, la Intendencia de Montevideo fue el primer organismo estatal uruguayo en recibir certificados de reducción de emisiones, uno de los tres tipos de bonos de carbono planteados por el Protocolo de Kyoto a través de un convenio con el Banco Mundial.

El acuerdo firmado con el Banco Mundial en 2011 estableció que esa institución comprará a la Intendencia los Certificados de Reducción de Emisiones generados hasta el 2 de febrero de 2017, según informó la Intendencia en su web.

Un certificado de emisiones equivale a una tonelada de dióxido de carbono que no fue a parar a la atmósfera. En noviembre de 2014, la comuna recibió US$ 255.377 aunque luego de descuentos por recuperación de costos terminó cobrando US$ 54.438,80 por este rubro. De todas formas, se aclaró que los descuentos son asignados sólo la primera vez y no afectarán a las siguientes transferencias.