El estudio de Juan Pedro Damiani trabajó para una empresa que fue acusada por Estados Unidos de haber pagado sobornos a dirigentes de la Conmebol por los derechos de la Copa América, según difundió el diario alemán Süddeutsche Zeitung, que encabezó junto a ICIJ (International Consortium of Investigative Journalists) la investigación Panama Papers. Esta empresa se llama Cross Trading.
Los registros no muestran una conducta ilegal por parte de Damiani o su estudio, pero sí plantean nuevas preguntas sobre su rol en esta trama, teniendo en cuenta además que el presidente de Peñarol integra el Comité de Ética de la FIFA.
Además, el diario alemán afirmó que cuando Damiani declaró en el juzgado en enero de 2016 por el caso Figueredo sólo mencionó tres empresas offshore en las cuales intermedió para el ex presidente de AUF, cuando en realidad fueron siete, según los Panama Papers.
La defensa contradictoria de Damiani
Damiani se defendió de la vinculación con estos documentos y dijo que parece “poco razonable” haber sido el denunciante “y poder siquiera tener alguna vinculación con los hechos denunciados”. “Nuestra firma no tiene relación profesional o comercial alguna con todas las personas mencionadas”, expresó a través de un comunicado.
“Puedo decirle, por ser público y notorio, que en mi calidad de presidente del Club Atlético Peñarol, no sólo impulsé la denuncia judicial de diciembre de 2013 ante el Juzgado de Crimen Organizado de mi país, sino que denuncié el caso ante el Comité de Ética de la FIFA y la Comisión de Ética de Conmebol en enero de 2014. Como firma, pero también a nivel personal y en mi calidad de presidente de Peñarol, adopté todas las medidas conducentes para el esclarecimiento de los hechos, aun cuando algunas de estas conductas no me fueran todas exigibles legalmente”, manifestó Damiani.
El presidente de Peñarol se defendió argumentando que fue uno de los primeros en llevar a la justicia el tema y colaborar. Pero la vinculación con el esquema de sobornos en la Conmebol denunciado por Estados Unidos no tiene que ver con la denuncia que hizo Damiani en Uruguay. En el Crimen Organizado, Peñarol y otros clubes denunciaron por estafa y lavado de activos a Figueredo y otros dirigentes por su actuación con respecto a los derechos de torneos continentales de clubes. En los Panama Papers, la vinculación de Damiani es con una empresa que se habría utilizado para recibir dinero de sobornos por la Copa América.
Según el diario alemán Süddeutsche Zeitung, los Panama Papers muestran que los argentinos Hugo y Mariano Jinkis, acusados por Estados Unidos, crearon tres empresas fantasmas a través del estudio Mossack Fonseca, todos con el mismo nombre: Cross Trading. Estas firmas tienen asiento en tres paraísos fiscales diferentes: en la isla de Niue, en el Pacífico Sur, en el estado de Nevada y las islas Seychelles.
La novedad de los Panama Papers es que el estudio Damiani administró las cuentas de Cross Trading desde su creación en 1998. Hay correos electrónicos que sugieren que el presidente de Peñarol intervino personalmente cuando vio en peligro la confidencialidad de los clientes, cuando empleados de Mossack Fonseca abrieron un sobre con documentos sensibles que habían sido enviados “en mano” por Cross Trading.
El diario alemán publicó que cuando los correos electrónicos que intercambiaron el estudio de Damiani y Mossack Fonseca eran importantes, él se establecía como un receptor en una copia. Por lo tanto, era capaz de saber muchas cosas que estaban sucediendo en la compañía de los Jinkis ya que algunos documentos del contrato también fueron enviados a su dirección. El jefe de cuentas de Mossack Fonseca también sabía que se trataba de personas especiales. En un correo electrónico filtrado por Panama Papers sostiene que se trata de clientes que esperan “un concepto especial de confidencialidad”. Esta confidencialidad había sido organizada por Juan Pedro Damiani.
Estados Unidos dice en su acusación que el dueño de Traffic, José Hawilla, depositó 5.000.000 de dólares correspondientes a dinero de sobornos en las cuentas de sus socios y señala como receptor de ese dinero a la empresa Cross Trading. El dinero, según el Departamento de Estado, corresponde a sobornos realizados por la empresa Datisa por los derechos comerciales de la Copa América.
Aunque Damiani no conociera las prácticas comerciales de las que son acusados los Jinkis, tampoco aclaró su vinculación con Cross Trading luego de que se hizo pública la acusación del Departamento de Justicia en mayo de 2015.
La cuestionada colaboración en el caso Figueredo
El diario alemán Süddeutsche Zeitung afirmá que los lazos de Damiani con Cross Trading no eran inusuales. Según los documentos filtrados, Damiani y su estudio actuaron como un intermediario entre los cientos de empresas registradas en Mossack Fonseca. Entre ellas siete del ex presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol, Eugenio Figueredo, con Damiani trabajaba desde fines de los 90.
El diario alemán afirmó que el uruguayo ex vicepresidente de la FIFA está vinculado a once empresas offshore que fueron fundadas por Mossack Fonseca, junto con directores ficticios para encubrir a los verdaderos propietarios.
Cuando Figueredo fue detenido el 27 de mayo en Zurich, el “espanto” llegó primero al Estudio de Damiani, que manejaba siete de esas empresas, y luego a los asistentes de Mossack Fonseca, publicó el diario alemán. Los Panama Papers muestran que al día siguiente “cruzaron nerviosos emails de aquí para allá”. Mossack Fonseca hizo renunciar a los directores ficticios de las empresas de Figueredo y revocó el poder de su esposa. A los pocos días, en junio de 2015, la directora del departamento jurídico de Mossack Fonseca estuvo evaluando en un email privado si se podría excluir que el dinero de las inmobiliarias de Figueredo “provenía del tema FIFA”. Se preguntaba: “¿Tenemos alguna prueba de esto en los documentos sobre la sociedad?”.
Ante la justicia uruguaya, cuando Figueredo declaró el 24 de diciembre de 2015, no pudo recordar en su si tenía cinco o seis empresas en Uruguay y aclaró que no sabía los nombres porque eran sociedades panameñas que le compró al estudio Damiani durante los últimos 10 años.
“Ellos me pasaban trimestralmente qué impuesto debía pagar y ellos lo pagaban, y debo decir que eran trabajos honorarios salvo las S.A. que les compré nunca me cobraron los honorarios. Ellos liquidaban los impuestos y gastos que generaban las sociedades”, afirmó.
El dinero que Figueredo le daba al estudio Damiani era “casi siempre en efectivo”. “A veces le di un cheque, pero muy pocas porque había un tipo de cambio distinto entro lo que yo conseguía y lo que ellos pagaban para hacer una cambio más beneficioso, siempre era en pesos o dólares”, aclaró.
Cuando le preguntaron por qué usaba empresas panameñas, Figueredo respondió que lo hacía porque no aparecía su nombre y porque “para Juan eran mejores”.
Ser beneficiario de una sociedad en un paraíso fiscal no es un delito en sí, siempre que no se utilice para blanquear activos o para evadir el pago de impuestos, entre otras actividades ilícitas. En este caso, Figueredo reconoció y se declaró culpable de los delitos de estafa y lavado de activos ante la justicia uruguaya.
Ramón Fonseca Mora, uno de los dueños del estudio Mossack Fonseca, se defendió de las acusaciones en declaraciones TVN noticias de Panamá.
“Nosotros vendemos sociedades, hacemos la parte jurídica y punto. Luego las manejan intermediarios: bancos, estudios jurídicos, etc. Los clientes finales no son nuestros clientes, son los intermediarios. Hacen creer que somos los responsables de las 240.000 sociedades que manejamos. Hay empleados del estudio que son directores, esos se llaman servicios secretariales. Los principales proveedores de esos servicios son empresas inglesas y estadounidenses. Los verdaderos lugares que forman sociedades son esos”, sostuvo.
En el caso de Figueredo ese intermediario sería el estudio Damiani.
En enero de 2016, Damiani declaró en el juzgado del Crimen Organizado por este caso y dijo que brindó toda la información que tenía disponible sobre Figueredo. En su colaboración sólo mencionó tres empresas offshore en las cuales intermedió, en lugar de las siete que pueden encontrarse en los Panama Papers.
Según los Panama Papers, el Estudio de Damiani envió a pedido de Mossack Fonseca un listado bastante detallado del patrimonio que, según su conocimiento, estaría depositado en las empresas fantasmas de Figueredo. Esto constaba de una serie de inmobiliarias y una cuenta bancaria. En ese email enviado el 29 de mayo de 2015 se habla de más que tres empresas.
Al ser consultado por el medio alemán, Damiani dijo que ya había informado a las autoridades y a la Comisión de Ética de la FIFA. Un vocero de la Comisión de Ética de la FIFA confirmó esto, aunque aclaró que Damiani habría informó sobre sus vínculos comerciales con Figueredo un día después de que le solicitaran la entrevista. En consecuencia, la Comisión de Ética de la FIFA ordenó una inspección previa para aclarar la situación.