Familia y abogada de Figueredo niegan que haya salido a cenar

La esposa y el hijo de Eugenio Figueredo, negaron que el ex dirigente de la FIFA haya violado la prisión domiciliaria. También lo negó su abogada, Karen Pintos, y el abogado que denunció a Figueredo, Víctor Della Valle.

Actualizado: 12 de agosto de 2016 —  Por: Redacción 180

Familia y abogada de Figueredo niegan que haya salido a cenar

PABLO PORCIUNCULA / AFP

Figueredo fue procesado el 24 de diciembre de 2015 por “la comisión de un delito continuado de estafa en reiteración real con un delito continuado de lavado de activos, en calidad de autor”.

El 21 de abril la jueza Adriana de los Santos autorizó la prisión domiciliaria luego de que Figueredo, de 84 años, fue operado de la próstata en el Hospital Británico. La operación estaba programada desde su detención en Suiza. 

Basado en su estado de salud, sus problemas cardíacos y su edad, la defensa solicitó desde el comienzo la prisión domiciliaria. Es lo que Figueredo vino a buscar a Uruguay. Figueredo estuvo menos de cuatro meses en Cárcel Central.

Días atrás, en el programa Rompecabezas de El Espectador, el periodista Carlos Peláez dijo que Figueredo había salido a cenar en Maldonado.

Pintos negó que su cliente haya dejado su domicilio. Fuentes judiciales dijeron a 180 que también lo negó Della Valle, el abogado que hizo la denuncia contra Figueredo. 

En el libro "Figueredo, a la sombra del poder", de los periodistas Diego Muñoz y Emiliano Zecca, se demuestra que Pintos trabaja con Della Valle. Si bien ambos lo desmintieron ante los medios cuando 180 publicó la noticia, la realidad es que 20 días antes de que Figueredo fuera detenido, Della Valle y Pintos defendieron en conjunto a un ciudadano húngaro que enfrentó un pedido de extradición. Así lo demuestra una sentencia firmada por el juez letrado Marcos Seijas en Atlántida, el 31 de marzo de 2016.

“Surge de fojas 65, que el 7 de mayo de 2015, la autoridad policial detuvo al Sr. T., de 50 años de edad, con cédula de identidad nacional No 5.995.421-0, domiciliado en XXX. Al día siguiente, se celebró audiencia en este Juzgado, que fue presidida por el Sr. Juez Subrogante, Dr. Germán OLIVERA RANGEL, con la presencia de la Sra. Fiscal Letrada Departamental de Atlántida, Dra. María Cristina FALCOMER y delos Sres. Defensores de particular con anza, Dres. Victor DELLA VALLE y Karen PINTOS”.

Ese párrafo es parte de la sentencia. 

La familia niega la salida 

Ante esto, su esposa, María del Carmen Burgos, y uno de sus hijos, Eugenio, hablaron en el programa Desayunos informales de canal 12.

“Hasta ahora la familia se ha mantenido callada pero que hay cosas que van más allá de la impunidad y que los periodistas amparados en un micrófono no pueden decir cualquier barbaridad. No solamente que tenemos pruebas, sino que también en el edificio donde vivimos hay cámaras. Nadie puede salir del edificio si no es filmado. Hemos pedido a la compañía de seguridad las filmaciones. Ese día mi sobrino vino desde Bolivia para visitar a mi esposo. Yo tomé una fotografía en el aeropuerto cuando él llegó, mandé al grupo familiar, cuando llegamos a casa mandé una foto con mi sobrino, y son cosas que como familia yo no tendría que estar probando. Tendría que probar el periodista que dijo. Tengo todas las pruebas para probar en la Justicia. Mi esposo está siendo juzgado por la Justicia”, dijo Burgos.

“Él no salió. Tengo las pruebas con las que voy a probar a la Justicia que no salió. No pueden decir que lo vieron porque no es cierto. Tenemos muchas pruebas para probar”, agregó.

Según Burgos, Figueredo “está delicado” de salud y esta información lo afectó más. “Si estaba repuntando un poquito psicológicamente, con todas las barbaridades que dicen, está muchísimo peor” y pidió “respeto por la familia” basada en una cuestión “de humanidad”.

La esposa también afirmó que Figueredo “no le robó a nadie”. “Hay una familia atrás, y hasta ahora nos hemos mantenido al margen, pero llegó hasta el límite y tenemos que salir a aclarar.

El hijo también negó que Figueredo haya salido a cenar y violara la prisión domiciliaria. Dijo que su padre está muy delicado de salud, que al apartamento en que vive no puede entrar nadie porque hay tres porteros vigilando y que ningún auto puede entrar sin autorización. “Las entradas de garaje no tienen salida por la parte de atrás y los porteros no vieron nada. De acá no se ha movido”.

Figueredo (hijo) también contó que la policía va todos los días al apartamento, y a toda hora, a hacerle firmar que está cumpliendo con la prisión domiciliaria.

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