El diputado frenteamplista por el PVP Luis Puig votó en contra del proyecto de cambios. Alegó que el nuevo CPP se trabajó mucho y fue un salto de calidad democrática.
“Resulta que a los seis aparece una contrarreforma. Nosotros creemos que es una contrarreforma porque implica un deterioro en algunos aspectos fundamentales en los cuales se estableció la reforma”, afirmó.
Macarena Gelman, del IR, votó en contra varios de los artículos. Sobre todo los que obligan a los fiscales a solicitar obligatoriamente la prisión preventiva para una lista de delitos graves cuando se trate de reincidentes o reiterantes.
“¿Qué es lo que se prentende con esta medida? Si disminuir el delito y aumentar la seguridad, nos estamos haciendo trampas al solitario. Nadie que conozca la realidad carcelaria de nuestro país puede decir honestamente que a más presos, menos delitos. Sostener esto sencillamente es caer en el enredo dicursivo fácilmente rebatible. No existe un solo análisis oficial que demuestra una relación directamente proporcional entre el aumento de la población carcelaria y la seguridad de una sociedad”, afirmó.
Desde la oposición también hubo críticas al proyecto. El colorado Ope Pasquet dijo que el problema no se soluciona con Código, porque lo que faltan son fiscales y eso es un tema que se soluciona en la rendición de cuentas.
“Acá el problema clave que tenemos es que es insuficiente el número de fiscales. Y los fiscales han pasado a ser ele eje de la investigación penal. Si la Fiscalía no funciona bien porque no hay gente, entonces no podemos esperar milagros, el Código no va a funcionar bien y por eso no podemos esperar milagros. El problema es de recursos”, afirmó.
Desde el Partido Nacional, Pablo Abdala no ve los cambios como un retroceso al espíritu del CPP que está vigente desde noviembre.
“De la misma manera en que no nos afiliamos a la tesis del Ministerio del Interior de que la vigencia del nuevo Código recrudeció la criminalidad y aumentaron los delitos, tampoco venimos a postular ahora que modificar el Código vigente y por endurecer y agravar determinadas consecuencias penales necesariamente va a cambiar la realidad que todos los días vivimos los uruguayos. Ni tanto ni tan poco”, dijo.