Fundación Canguro: “nutrición afectiva” con “impacto en lo biológico”

Hay "una diferencia significativa" en el peso de los bebés atendidos por la Fundación Canguro, dijo a No toquen nada su directora Soledad Vieytes.

Actualizado: 25 de noviembre de 2018 —  Por: Redacción 180

Fundación Canguro: “nutrición afectiva” con “impacto en lo biológico”

fundacioncanguro.org

La Fundación Canguro subastó el viernes una clase de ballet con María Noel Riccetto, una clase de piano con Supervielle, una clase de tenis con Pablo Cuevas, la ida a un entrenamiento de Nacional a Los Céspedes junto al “Chino” Recoba, la visita al plantel completo de Peñarol y una clase de surf con el campeón uruguayo de este deporte, entre otras “experiencias”.

Esta ONG nació en julio de 2016 y se ocupa de brindar atención y cuidado a bebés recién nacidos que se quedan en el Pereira Rossell porque están a la espera de una resolución judicial sobre su tenencia. Son niños sanos, que ya tienen el alta médica, pero que por diferentes razones no pueden irse a la casa de nadie porque su tenencia está siendo analizada por la justicia.

Muchas veces estos bebés tienen familiares, pero no pueden quedarse el 100% del tiempo con ellos o están en situación de vulnerabilidad. La Fundación Canguro se creó para dar acompañamiento y atención a estos bebés cuando quedan solos, o para acompañar a sus familiares en los primeros cuidados. La Fundación Canguro llama a su trabajo “nutrición afectiva”.

Así lo explicó Soledad Vieytes, psicóloga y directora técnica de la fundación, a No toquen nada.

"Los voluntarios tienen esa capacidad con nuestra guía y orientación de poder brindar al bebé y a la familia esos pequeños soportes que se viven en sala, de poder acompañar a una mamá al baño de su bebé, de poder siempre manejarse cuando está la familia en un lugar de soporte y no de protagonista del bebé y de propiedad del bebé. Toda la contención física, amorosa y nutritiva, el piel a piel, el contacto visual y brindar situaciones de seguridad al bebé de los primeros días de vida, tiene un impacto en lo biológico seguro", explicó.

La fundación trabaja en el hospital Pereira Rossell con unos 200 voluntarios todos los días del año las 24 horas para mejorar los primeros meses de vida de los bebés.

Cuando empezaron el hospital les cedió una sala de cuidados moderados, en la que convivían bebés sanos con bebés con compromiso de salud. Ahora están en una sala diferenciada pero que necesita varias mejoras. Por eso organizaron esta subasta de experiencias del viernes.

"A veces hay familias que están presentes con los bebés más los canguros y quedamos apretados para determinadas tareas que la Fundación entiende que son necesarias para estos bebés .Poder acceder a un nuevo espacio con otra disposición, con baños para la familia si necesitan bañarse, porque a veces llegan desde muy lejos, son familias de extrema vulnerabilidad. Poder brindarles un espacio de calidad y comodidad para ellos es muy importante. Lo mismo para una familia que viene a retirar un bebé porque tiene condición de adoptabilidad y también no tiene un espacio íntimo para este encuentro que debería ser lo más privado posible", señaló.

La idea es cambiarse a otra sala más amplia y acondicionada, con varios sectores, y el costo de esto se calcula en unos 90.000 dólares.

Vieytes contó que hicieron un primer relevamiento sobre la incidencia de esta “nutrición afectiva” que brinda la fundación en la salud de los bebés recién nacidos y que no tienen contención familiar.

"Hicimos una tarea con la neonatóloga, un trabajo de historias clínicas y perfiles de bebés similares en cuanto a situaciones, fue como un piloto y un sondeo inicial con el indicador del peso. Bebés que antes nacían en la misma situación egresaban del hospital con determinado peso, y los que estamos acompañando con el mismo perfil es que tenemos una diferencia significativa en ese indicador"; explicó.

"Eso uno lo puede pensar en clave de qué pasa cuando uno brinda nutrición emocional al bebé y se beneficia en términos de estrés, porque le falta algo que biológicamente está pensado para poder recibir, que es la acogida y la recreación de la exogestación, como estaba en el útero algo se tiene que recrear afuera en los primeros días de vida", señaló Vieytes.