Cuánto saben y qué opinan los uruguayos sobre la privacidad en línea

Fabrizio Scrollini, director de Iniciativa Latinoamericana por los Datos Abiertos, habló en No toquen nada sobre los resultados de la encuesta del proyecto Datysoc sobre privacidad en la era digital en Uruguay.

Actualizado: 20 de diciembre de 2018 —  Por: Redacción 180

Cuánto saben y qué opinan los uruguayos sobre la privacidad en línea

(Foto: John Schnobrich on Unsplash) (Todos los derechos reservados)

El proyecto de investigación Datysoc realizó una encuesta sobre privacidad en la era digital en el país, buscando “tratar de entender la percepción que tienen las personas acerca de lo que entienden por privacidad, los límites que están dispuestas a ceder sobre su privacidad, y qué tanto sabe que la internet sabe o podría saber de ellos, según dijo Scrollini a No toquen nada.

En base a los resultados, el director de Iniciativa Latinoamericana por los Datos Abiertos (ILDA), y cofundador de DataUy dijo que “hay buenas noticias”, ya que al 95% de los más de 1.600 encuestados le parecen importantes o muy importantes los temas de privacidad en general. Además, un 88% respondió que es importante no ser monitoreado o vigilado en su propia casa; y un 85% dijo que le importa poder hablar en privado.

Sobre la noción de privacidad de los uruguayos, Scrollini dijo que un 53% no entendía importante ser monitoreados en espacios públicos o que se supieran los movimientos que iban a hacer, como puede pasar, por ejemplo, con la tarjeta STM de la Intendencia de Montevideo.

“La Intendencia puede -y creo que de hecho lo hace- hacer análisis de tus datos en términos de cómo se mueve la ciudad. Eso no necesariamente es malo, solo quiere decir que hay que tener en cuenta técnicas de análisis, con quién se comparten esos datos y las políticas sobre eso no son tan claras hoy en Uruguay”, comentó Scrollini. Habló sobre la posible conversión de esta información en datos abiertos, para uso de investigadores, por ejemplo, y dijo que no todos estos datos podrían ser de acceso libre “por cuestiones de privacidad y de potencialidad de la reidentificación de los usuarios”.

“Si yo sé que te tomás un ómnibus de tal lugar a tal regularmente y no tengo otro dato, puedo hacer una alta suposición de que tenés un trabajo. Eso puede ser bueno, porque si yo no tengo ningún otro indicador de que tenés un trabajo porque vivís en una economía totalmente informalizada, yo podría ofrecerte un crédito. Aquí hay un juicio de valor fuerte: en base a este dato yo pienso que vos tenés un trabajo, pero el dato en sí no me dice nada. Pero por otro lado puede servir para otro tipo de actividades o puede exponer a las personas a otro tipo de riesgo, o gente que simplemente no quiera”, añadió.

Detalles técnicos

Otro aspecto sobre el que indagó la encuesta fue sobre lo que la gente piensa que sabe sobre cómo se gestiona internet. Solo un 40% dice que sabe cómo configurar la privacidad de un navegador. También se preguntaron aspectos como si usaban navegadores que no utilizaran los datos de los usuarios, si usaban una VPN (red privada virtual) cuando se conectaban a wifi para que no se vea su tráfico, o si empleaban alguna tecnología como Adblock o Privacy Badger que permiten bloquear a los trackeadores. La mayoría de las respuestas para estas situaciones fueron negativas, con cifras que van del 15 al 29% de afirmativos.

Para el director de Iniciativa Latinoamericana por los Datos Abiertos, es interesante que la mayoría de los uruguayos (54%) está de acuerdo con que se intervengan sus teléfonos, redes sociales o historial de navegación por parte del gobierno para combatir el terrorismo y el delito, aun cuando no se aclaró que si sería necesaria una orden judicial.

“No es que esté abogando en contra de que el Estado no tenga instrumentos para combatir el delito, muy por el contrario, estoy abogando por que el Estado mantenga su legitimidad mientras combate el delito, que es un detalle no menor para los estados democráticos”, comentó.

Una cuestión que también arrojó números negativos fue la opinión sobre que se almacenen los datos del usuarios por parte de empresas para analizar sus comportamientos y luego ofrecerles productos. Allí, la aprobación fue solo del 29%.

“En general, la gente no desea ser analizada de esa manera aunque en realidad es el uso principal de los datos personales. En Uruguay, en general, no es que el gobierno tenga la capacidad de hacer grandes análisis de nuestros tráficos que sepamos, estamos enfrentando instrumentos muy peculiares de vigilancia pero a nivel de datos personales eso sí pasa, los bancos lo usan, por ejemplo”, indicó Scrollini.

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