Santi Mostaffa rapea en voz alta y fuera del gueto

El disco se llama “Escapismo” pero la música de Santi Mostaffa parece ir en sentido contrario. A los 33 años, el rapero uruguayo elegido para producciones como Logan o Fear the walking dead, va de frente, habla con crudeza de problemas sociales, se pone romántico para enamorar a su Eva o se desgarra para recordar a su hermano fallecido.

Actualizado: 26 de enero de 2019 —  Por: Mauricio Erramuspe

Santi Mostaffa rapea en voz alta y fuera del gueto

Santi Mostaffa (Difusión)

Una especie de terapia de este músico que estudió tres años de Psicología, antes de aprender cocina y dedicarse a dar clases de inglés. Ahora se define como desocupado y dice que laboralmente se puede prender a “cualquier cable pelado”, no le tiene miedo al polirrubro.

Pero este tiempo sin empleo fijo tuvo una cara positiva, le servió para terminar un disco que se destacó en la producción nacional de 2018 y lo pone en el primer plano de una escena rapera en franca expansión en el país.

Mostaffa dice que en eso hay mucho de moda y que hay que tener cuidado para mantener “el sentido del hip hop” y el negocio “no prostituya algo que es importante”.

La entrevista con 180 fue a fines de diciembre, en el marco del lanzamiento del disco. Ya por entonces varios de sus nuevos temas sumaban decenas de miles de reproducciones en las plataformas digitales. Ahora, parece haber comenzado otro gran año. Esta semana el músico anunció en Twitter que trabajará con un productor de Snoop Dogg y B Real, dos reconocidos raperos estadounidenses. Aún no tiene muchos más detalles pero a juzgar por el tuit, la novedad lo tiene muy entusiasmado.

En tus letras prima más el cuento, lo narrativo, que los enunciados. Uno tiene la impresión de que en el rap es más frecuente “tirar verdades”, tipo máximas. Vos escribís más historias, ya sean autorreferenciales o sobre temas sociales como la prisión.

No sé si es una característica mía pero sí es algo que me propuse en este disco. Me propuse que contara una historia porque me pasó que es difícil hacer un disco solo. Es bastante complicado porque uno se mete en un brete, más pasa el tiempo y menos seguro estoy de tener que estar en esas cosas de hacer un disco.

Me pasaba que me propuse hacerlo pero no sabía muy bien de qué quería hablar. Hay ciertos lugares comunes en el rap, ciertos tópicos, el rap de competencia, el rap conciencia más de protesta, mil cosas, canciones de amor, y yo me propuse generar cierto relato interesante. Y en ese relato hacer cierto desahogos míos, también decir ciertas cosas. Traté de dejar hasta proclamas o pensamientos políticos.

Eso aparece en varios temas como Salir, salir o Mismos niños.

Si, si. También había cosas que no quería decirlas tipo “pensá esto, fijate, está mal, la política, en las cárceles pasa esto”. Cuento una historia. Estuve en los talleres de Nada crece a la sombra y la historia de Salir, salir la ves por todos lados. A cada uno le resuena como le resuena. Viste a los menores privados de libertad capaz que vos decís “un menor salió y no sé qué...” y decís “esta plancha que no sé qué...” Prendés la tele y te meten unas cosas, te intoxican un poco. Si le ponés un nombre es otra cosa, si le ponés una cara es otra historia.

Lo único que quería hacer es contar una historia, después yo tengo mi opinión, lo que yo pienso, qué se puede hacer. Pero yo te dejo la historia ahí, en mi humilde experiencia se repite mucho y vos ves qué querés hacer con eso.

¿Seguís participando de Nada crece a la sombra?

No. Estuve entre 2014 y 2016.

¿Qué te dejó esa experiencia?

Me gustó pila, es muy removedor decidir con ese grupo de gente hacer algo altruista con lo que uno tiene como un talento. El rap es muy de acarrear hacia el ego de uno. Esa parte no se va, no se quita pero además de eso, de que viene mucho hacia mí, también puede ir de mí hacia afuera.

El encierro es un lugar donde cualquier cosa viene bien. Se angarran de un cable pelado y cualquier propuesta que llegue de afuera les llega muy bien.

El trabajo es un poco frustrante porque es difícil lograr que pase algo. Tuve mis cuestiones con que ese movimiento de energías de uno hacia afuera tenga que ver con política. Te metés en la cárcel a hacer algo y ya está el sindicato o un grupo polítco. Me gustaría que fuera distinto. Si en el futuro vuelvo a pensar en una cosa así, me gustaría que fuera distinto. Yo voy, pido permiso... Pero todo el sistema funciona como funciona, no lo cambia una persona.

Más en una cárcel donde hay temas de seguridad metidos.

Hay mucha cosa... es para otra entrevista.

¿Por qué? ¿Hay mucha cosa cómo...?

Se requieren muchos permisos porque las cosas funcionan de una forma que a todos les funciona. A veces decís cambiando esto y esto, arreglando este cablecito y esta tuerca, capaz que... Y bueno, ta, necesitás convencer a todas las otras partes de la maquina para cambiar esas dos cosas.

El rap es pura expresión. Supongo que debe haber aparecido mucho de la frustración, la tristeza, la violencia, todas las experiencias positivas y negativas que puede haber en la historia de un preso.

Sí, y también expresar esas cosas los ponía en un lugar donde tenían que ordenar y ver una identidad, a veces salen estas cosas, reinvindicaciones. Aparece toda una cuestión de una identidad que yo no sé hasta qué punto lo tienen visto. Cuando lo escuchan en una canción, lo sacan, es una cosa zarpada. '¡Hicimos una canción!' Aparece lo lindo pero también obviamente lo feo que pasa adentro de la cárcel.

¿Hoy te dedicás solo a la música o hacés otra cosa?

Ahora, a lo que pinte. Estudié cocina. Hace un rato que no pero si sale algo de cocina...

Ahora estás abocado a la música...

Como estoy sin trabajo estoy abocado a la música pero tengo que buscar trabajo ya. Desocupado, llamemosle. En este momento estoy priorizando el disco, si sale algo puntual... También doy clases de inglés.

En diciembre de 2018 ando bastante concentrado en esto, buscando trabajo. El año que viene tengo que agarrar más clases. Y también estuve dando más talleres de escritura de rap y es algo que me gustaría pensar en el futuro.

En este momento, cualquier cable pelado que aparezca.

Había una canción del Peyote que hablaba de eso.

Totalmente, “yo no soy culpable, de cada cable, pelado...” Tal cual, así me pasa (risas).

Ese momento tuyo y este disco llegan en medio de una visibilidad mucho mayor del rap en Uruguay. El hecho de que hubiera un escenario de Hip Hop en el Montevideo Rock y artistas del rap en el escenario principal lo muestran. ¿Cómo ves este momento del género en Uruguay?

Nunca visto. Es algo totalmente nuevo. Están pasando cosas, están explotando, y creo que si entrevistás a cualquier colega mío te va a decir que hay que ver cómo surfear esa ola.

¿Surfearla por pasajera o para que permanezca?

Creo que con la gente que conozco, con la que tengo trato, estamos trabajando, metiéndole, para que se construya algo que sea fuerte. Pero hay una cosa de moda y no nos podemos engañar con que somos los polenta y qué se yo... Mañana pasa la moda y hay otra...

¿Qué te parece que tendrían que hacer los protagonistas del género para que sea algo que permanezca y no sea una moda?

Hay cierto componente cíclico que mañana va a haber otra cosa de moda. En la música pasa eso. Capaz que hacer el trabajo lo más prolijo posible con las condiciones que tenemos en Uruguay que siempre son complicadas. Se puede ser autoexigente primero y exigente con el resto después.

Yo particularmente esto no se lo pido a todos, me lo pido a mí. Trato siempre de tener claro cuál es el sentido del hip hop, que va más allá de sus expresiones o manifestaciones artísticas. Es una cultura con cantidad de ideas y formas de ver el mundo. Yo trato de tener eso presente para que a la hora de hacer negocios no se prostituya algo que es importante.

Pero es muy personal. Yo rapeo un regeaton y me dice que soy un vendido y el otro hace un jingle de un político y yo le digo que es un vendido. Es repersonal. Trato de pensar en esa esencia del hip hop, de empuje, del hacia dónde.

¿Qué cuidados tenés en la comercialización?

Ser dueño de la comercialización, que el artista sea lo más dueño posible de qué está vendiendo, a qué precio, por qué, qué te están dando a cambio. No bajarse los 'lonpa' por un poco de fama, de ego, por la necesidad de un mango, aceptar cualquier cosa.

En cualquier momento se puede hablar de una industria, hay intereses, hay cosas grandes. .

Considerás a Latejapride como un hermano mayor, hablaste de Dostrescinco como compañeros. ¿Sentís que son parte de un movimiento, que de alguna manera van juntos hacia algún lugar: AFC, Eli Almic, Dostrescinco...?

Yo creo que sí. Hay como una escena y en esa escena hay gente más cerca y gente más lejos. Y gente que le presta más atención a estas cosas de tratar de tener el control y gente que menos. Gente que le da menos bola, que rapea por rimar palabras y no le importa lo otro. Pero en general sí, hay un sentimiento en casi toda la gente con la que interactúo en la vuelta de que está pasando algo. Y está pasando algo con todos. Estamos bastante atentos a todos.

Es como que hay cierta conciencia de la comunidad.

¿Qué diferencia al rap uruguayo? ¿Hay diferencias con el de otros países latinos?

Creo que el hip hop uruguayo no sale tanto del gueto. Esa es la diferencia que veo, sin desmerecer que hay raperos que vienen del gueto, no sé si llamarle del “cante”, de situaciones muy humildes. Pero me parece que no es el común. En otros lados es más común, sobre todo cuando hablás de rap latino, que sean de orígenes más humildes.

Después si hablamos de lo musical, no veo una línea particular como para decir “me suena a rap uruguayo”. Me parece que hay como mil estilos, mil corrientes. La música que hace Eli Almic es redistinta a la que hace Dostrescinco y la que hace AFC. Todos igual somos parte de lo mismo. Musicalmente no sé si veo una cosa tan unívoca. Me parece que es más por ese lado. En general somos gente que tiene sus libros leídos, como que va por otros lados, no solo por la calle. No sé cómo explicarlo.

En otros países puede ser una expresión de una condición de marginación económica o cultural, acá las referencias pueden ser otras. Justamente en tus temas hay muchas referencias literarias, a series, como que en la temática se nota una clase media uruguaya, por decirlo de alguna manera.

Claro, sí. Me parece que es algo bastante común. Cualquier rapero uruguayo habla de series, no hablamos de tiros, de territorio... eso no es tan común.

Igual tenés una línea temática en la que, si bien no ha sido tu historia, contás situaciones de marginalidad, cárcel. Hay una preocupación por la denuncia social.

En mis canciones sí. Es el rap que me gusta a mí. No es algo por lo que se preocupen todos y es entendible, cada uno con su formato y sus preocupaciones. La música que me gusta tiene una cosa de espectacularidad, que no te deja pensar en otra cosa, y también está diciendo algo.

Estuve escuchando mucho el último disco de Kendrick Lamar, en castellano una banda mexicana que se llama Bastón que está buenísima y Tino el Pingüino, otro mexicano. Siempre tienen una cosa de una historia, escuchás el disco y pasan mil cosas. “Pum, no sé cuánto, está todo mal, hago lo que quiero...” Tienen como momentos, atmósferas y cuando terminás de escuchar la canción te das cuenta de que te dijeron un montón de cosas.

Por ejemplo en el hip hop se piensa mucho en cómo se trata a las mujeres...

Ha sido cuestionado por el mensaje machista en muchos casos...

Sí, ultramisógino. Por ejemplo en este disco de Kendrick Lamar es genial cómo habla de algunas cuestiones del trato de las mujeres en el hip hop. En un tema dice “si le tengo que pegar una trompada a una perra, voy a hacer que se vea sexy”. Lo dice de una forma paródica de los videoclips de Doctor Dre. Ahí decís “pah, mirá la data que está presentando”.

Salvando las distancias yo estoy acá...

En una canción hablás de que “dicen putas, dicen trolas, solo hablan de minas que no les dan bola”.

Si, tal cual. Es mi granito de arena en ese tema. Yo pensé este disco de esa forma. Quiero que haya una historia intrincada, interesante, que logre mantener tu atención y que cuando termines pienses que pasaron cosas, que dice cosas. Ese fue mi interés. Por eso esa cosa de opinión social que decías vos, esa preocupación. Yo la tengo, creo que no todo el mundo pero ta...

Que hayan elegido un tema tuyo para la película Logan (X-Men) o para la serie Fear the walking dead, ¿cambió algo en tu vida? ¿Tenés más comodidad hoy para hacer música?

Si, significó un cambio. En lo personal me pasó que... hay cosas que no sé si contarlas o no...

Sí, ¡claro! (risas)

Cuando salió esto de la película yo andaba sin tener mucho rumbo, sin saber mucho qué hacer, si pasaba algo con la música que estaba haciendo. La notoriedad que le dio la película a esa canción y a mi música me hizo sentir que valía la pena, que podía seguir diciendo un par de cosas más. Estaba un poco a la deriva y me ayudó a que me pudiera enfocar.

En lo material, salió algo de dinero y este disco lo produje de ahí.

Otra veta en tu música es lo autobiográfico. En un tema dedicado a tu hermano, El Abrazo, se te escucha muy emocionado, hablás de su suicidio. ¿Cómo es eso? En cierta forma te “desnudás” mucho en esas canciones.

Vos sabés que grabé ese tema, me quedé recontento pero después tuve la sensación de si no era mucho. Tengo esa duda.

Cuando estaba haciendo el disco estaba un poco apretado de tiempos y de compromisos, los sellos a veces te van pidiendo fechas. Esa letra la tenía escrita de antes, encontré este beat de Bruno (Camma) y grabé una maqueta en mi casa. Ahí dije: “pah, ahora sí me gusta este disco, ahora sí es mío”.

Entonces me dio mucha tranquilidad y mucho aire en ese momento.

Puede ser que sea desnudarse mucho. Pienso igual que la cuestión del suicidio es jodida, está más presente de lo que pensamos. Ya me han hecho algún comentario, capaz que a alguien le sirve para algo escucharla. Es un desahogo. Yo he escuchado otras canciones que refieren al suicidio o a la muerte en general y ha sido muy terapéutico.

El tema es tan fuerte que vos llorás al final, no es una interpretación, es real.

Sí.

¿Cuándo pasó lo de tu hermano?

En 2005, tenía 21 años.

Pero la letra es reciente. Te llevó un tiempo procesarlo.

Él siempre estuvo muy presente en mi música, su decisión, su tragedia. Lo había hablado de otras formas. Ahora es como que ya está, el proceso que tenía que hacer con la música con este tema, casi que está cerrado.

También le dedicás temas a tu padre y a tu madre...

Toda la familia, los mandé presos (risas).

Yo en mi vida fui eligiendo decir las cosas en voz alta. Si pensamos en el psicoanálisis, transformar el dolor no en un síntoma sino en una sublimación artística. Capaz que otra persona con esta historia hubiera tenido una enfermedad o no podría dormir, mi sintoma fue dejar unas canciones. Y lo vengo eligiendo desde hace tiempo. Trato de estar tranquilo con eso.