Gabriela Sarasua, integrante de "Familias organizadas de la escuela pública", contó en No toquen nada que el grupo realizó una consulta para ver cómo se ha vivido la falta de clases.
“Para las familias ha sido tremendo, caótico, estresante, agobiante. Todas estas palabras surgen de un relevamiento que hicimos las familias”, explicó.
La escuela es parte del sistema de cuidados, dijo, porque las familias cuentan con esas horas de los niños en clases para organizar el resto de sus tareas y obligaciones.
“Pensar cada semana qué vamos a hacer con los chiquilines, con quién se van a quedar... Con los abuelos no podían al principio y ahora tampoco, los tíos también trabajan. Las familias que pudieron pagar cuidados, lo hicieron. Pero hay familias que no pueden y hay muchos niños, niñas quedándose solos o al cuidado de sus hermanos que son jóvenes, adolescentes. Hay adolescentes que han dejado de ir al liceo para cuidar a sus hermanos”, afirmó.
Esta experiencia “muy negativa”, según las familias, no cuenta con estadísticas que la dimensionen. En la misma ronda de No toquen nada, el experto en educación Pablo Cayota dijo que es “hora de mayor transparencia”.
“El país necesita información pero estos datos que se brindaron de que hay concurrencia del 70 o 75% en los sectores vulnerables, eso significa que hay entre un 30 y un 25% que no está yendo ni siquiera en los dúas que tienen asignado. Me reafirma en que esto es un problema realmente muy serio”, consideró.
“Tenemos una tendencia a minimizar este problema a nivel de la sociedad que es realmente preocupante. No estamos pudiendo ubicar a los niños en el lugar que tienen que tener en esta sociedad”, lamentó.