Fuentes cercanas al caso confirmaron a Efe que la niña, de 7 años, fue entregada poco minutos antes de salir en un vehículo privado acompañada por un equipo de psicólogos y de la policía regional de Cataluña en dirección a la localidad de Vielha (en la provincia de Lérida) para dársela al padre.
La entrega de la menor se ha producido por orden de la magistrada de primera instancia de Vielha Cristina Marrero, quien ha dictado una providencia para que la menor quede bajo la custodia del padre.
Según una crónica de El Periódico de Cataluña, en el momento de la entrega la niña gritó : "No me quiero ir, no me quiero ir". María la despidió llorando.
La juez retiró la custodia a la mujer, que se había llevado la niña a Uruguay, después de que se archivara una denuncia de la madre contra al padre por malos tratos y supuestos abusos cometidos contra la menor.
La entrega estaba prevista el viernes de la semana pasada, cuando se había establecido que la niña fuera transferida entre los progenitores en el Consulado de Uruguay por ser un espacio idóneo, ya que conoce al cónsul y no le resultaría "una persona hostil".
Ambos padres se presentaron en la sede diplomática, pero el cónsul se negó a cumplir la decisión judicial.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Uruguay emitió después un comunicado en el que subrayó que las autoridades uruguayas están exentas de cumplir la orden judicial.
A petición de la Fiscalía, la juez Marrero instó a los agentes a custodiar el edificio y entregar a la menor a su padre, junto con un equipo de psicólogos, en el momento en que la madre u otra persona en su representación saliera del edificio con la niña.
EFE
